Como si de una película se tratara, José Manuel Romero se encontraba barriendo el pasado sábado por la mañana en la plaza de San Cristóbal cuando oyó que alguien gritaba «¡paradle!». Acto seguido, vio como un hombre cruzaba corriendo la plaza. Acababa de robar el bolso a una mujer y emprendía la huida hacía las calles del Barrio. No se lo pensó dos veces y se abalanzó sobre él. «Logré tirarlo al suelo y forcejeé con él hasta que llegaron otros dos chicos y me ayudaron a retenerle mientras llegaba la policía», señala Romero.

La acción heroica le costó a Romero una fractura en la muñeca. Pero su indignación llegó días después, cuando estaba ingresado en una clínica privada para ser operado y antes de entrar a quirófano los médicos le dijeron que tenía que marcharse. «La mutua de la empresa dijo que no había sido una accidente laboral, ya que en el momento de romperme la muñeca yo no estaba barriendo, y que por tanto no se hacían cargo del mismo». Este barrendero, que trabaja para UTE Alicante, la empresa concesionaria de la limpieza de la ciudad, critica el trato recibido por la clínica. «Me dijeron que me buscara la vida, prácticamente me echaron y me dejaron a mi suerte, con la muñeca rota».

José Manuel Romero se trasladó al Hospital General de Alicante, donde fue operado para estabilizarle la fractura. «Hay que ver cómo evoluciona, pero me han dicho que a lo mejor tengo que pasar de nuevo por quirófano para que me coloquen unas placas». De momento, tiene por delante cuatro meses de baja laboral.

Aunque la actitud de la empresa ha sido correcta, «sobre todo la de mi encargado, que se ha portado muy bien», Romero critica duramente la respuesta de la mutua. «No entiendo cómo no lo consideran un accidente laboral, parece que si no te caes con la escoba en la mano no te hacen caso, ¿y si te cae una maceta en la cabeza mientras trabajas? ¿tampoco es un accidente laboral?». El operario también se muestra preocupado por la evolución de su lesión. «Me inquieta pensar que la muñeca no se quede bien, porque yo me gano la vida barriendo, y que la mutua no se quiera hacer cargo de nada». Además, cree que si siempre se actuara de la misma manera, «los ciudadanos giraríamos la cabeza ante cualquier persona que necesitara nuestra ayuda».

José Manuel Romero, que tiene 46 años y lleva desde 1995 trabajando en la empresa, está reuniendo la documentación para denunciar a la mutua laboral ante Trabajo con el apoyo de un sindicato.

De todo lo sucedido el sábado ha sacado dos lecciones muy positivas. La primera haber conseguido detener al ladrón y la segunda, la ayuda que le prestaron los dueños de pubs y restaurantes de la plaza. «Se portaron genial. En un primer momento me quedé en el suelo medio inconsciente, con angustia y un dolor de mano horroroso. Ellos me trajeron mantas y estuvieron conmigo hablándome y tranquilizándome hasta que llegó la ambulancia».

Hay diferencias notables entre el hecho de estar de baja por enfermedad común o por accidente laboral. Aunque depende del convenio colectivo que tenga la empresa, por norma general, el caso de accidente laboral, el trabajador puede percibir un 75% de su salario, mientras que si es por enfermedad común, este se reduce al 60%. En este caso, Romero asegura que está cobrando el 100% de su salario.

También influye en el caso de que el trabajador quede con alguna secuela, que en este caso es lo que más preocupado tiene al afectado.