Desde 2011 lleva Laura Soler, ex concejal del Ayuntamiento de Alicante, esperando cobrar las ayudas de la Ley de Dependencia. El jueves le llegó la resolución del PIA, el paso previo para empezar a cobrar.
Siendo concejal del Ayuntamiento de Alicante le llegó a Laura Soler la ayuda de la Ley de Dependencia. Pese a que llevaba tiempo esperándola, Soler decidió renunciar a ella. «Entonces tenía un buen sueldo como concejal y pensé que había gente que necesitaba este dinero más que yo. Consulté a la trabajadora social y me dijo que no habría problema en reactivar la ayuda cuando yo quisiera». En 2011, Soler abandonó el Consistorio y volvió a solicitar la ayuda... hasta hoy. Por fin el jueves esta joven recibió el PIA, un trámite menos en sus reivindicaciones, pero aún se tiene que materializar esa ayuda.
«En teoría me corresponderían 380 euros, pero al cobrar una pensión no contributiva se reduce a 110», señala Laura Soler. Durante estos años, la joven ha puesto numerosas quejas ante el Síndic de Greuges, «una institución que me ha apoyado muchísimo». Soler recuerda que el de los dependientes es uno de los colectivos más vulnerables. «Afortunadamente yo cuento con el apoyo de mi padre para salir adelante, pero mucha gente no tiene a nadie».
