Cada cual defiende a sus trabajadores, el alcalde a los conserjes y Marzá a los directores de los colegios, y la reciente aprobación por parte del Ayuntamiento de un nuevo horario para los conserjes de los colegios, para acoplarlo a la jornada continua escolar previamente aceptada por Educación, ha desembocado en el enfrentamiento de Echávarri con un representante de la dirección territorial de Educación, que depende del conseller Marzà.

El alcalde, Gabriel Echávarri, se reunió ayer con directores de colegios públicos que le habían pedido una entrevista, porque al permitir a los conserjes acabar a las 15:30 horas, a partir del próximo jueves 1 de diciembre quedaría sin cubrir el cierre de los centros a las 17:00 horas, que es cuando acaban las actividades extraescolares.

El primer edil asevera que «el Ayuntamiento trabaja para encontrar una solución a un problema que no ha creado», y todo «pese al talante poco conciliador del representante de la dirección territorial», ayer también presente en el encuentro.

Y es que la jornada continua la aprobó la conselleria para los centros que lograron los votos necesarios, que en el caso de la ciudad de Alicante se ha extendido a la totalidad de los colegios públicos a excepción de una decena.

Detrás de este cambio llegó la reivindicación de los bedeles, trabajadores que dependen del Ayuntamiento, y el alcalde decidió admitir su adaptación a la nueva jornada escolar. Echávarri trasladó ayer a los directores la intención de solucionar el problema con alternativas la semana que viene, al tiempo que recuerda «la difícil situación económica heredada que vive el Consistorio». Desde la conselleria, a su vez, se traslada a los directores que cerrar los colegios no es una tarea suya.