El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, y el concejal de Movilidad, Fernando Marcos, han inaugurado esta mañana dos nuevos aparcamientos en el barrio de San Blas. Los dos espacios, que ofrecen desde hoy un total de plazas para 156 vehículos, eran hasta ahora sendos descampados. El coste de las obras financiadas con las inversiones sostenibles ha rozado los 100.000 euros, según fuentes municipales. Los nuevos aparcamientos darán servicio a los colegios de la zona y al centro de salud de San Blas. De hecho, alumnos de Franciscanas han participado en el acto de inauguración del nuevo parking de la calle La Asunción. Los estudiantes, más de medio centenar, han recibido al alcalde entre aplausos y le han preguntado dudas sobre el barrio, como el futuro del Puente Rojo y del Parque Central, que se pretende ubicar en el espacio que se libere de las vías del AVE. "Eran dos solares que, como muchos en la ciudad, están a la espera de la infraestructura definitiva. Hemos decidido, hablando con los vecinos, dar aprovechamiento en una zona muy necesitada de aparcamientos", ha asegurado el regidor socialista.

Hace un mes, Ecologistas en Acción denunció al Ayuntamiento ante Fiscalía por incumplir, presuntamente, la norma urbanística de Alicante al adjudicar la construcción de dos aparcamientos públicos en San Blas que ocupan suelo dotacional social-sanitario, cuando -según argumentaron en un comunicado- "los aparcamientos no son dotaciones", según Carlos Arribas, portavoz de los ecologistas. Los ecologistas comunicaron los hechos a la Fiscalía de Sala Coordinadora de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio por si fueran constitutivos de delito contra la ordenación del territorio y de prevaricación. Fuentes municipales aseguran que no han recibido hasta la fecha ningún escrito de Fiscalía. El alcalde ha recalcado que los dos aparcamientos son provisionales, ya que los solares están a la espera de la construcción de infraestructuras definitivas. Echávarri ha recordado también que el Ayuntamiento tuvo que cerrar hace un año el acceso a los solares mediante bolardos tras una queja vecinal presentada ante el Síndic de Greuges por las molestias que ocasionaba a los residentes el tránsito de vehículos por la tierra.