El hombre que el alcalde, Gabriel Echávarri, aupó al Servicio Jurídico Administrativo de la Concejalía de Seguridad y al que desde el interior de la Policía Local consideran artífice del plan para reestructurar el Cuerpo que ha puesto en pie de guerra a los mandos, Diego Maroto, considera que las críticas que ha provocado no son hacia él «sino a la idea general» y que no son generales, sino de «una o dos personas». Al respecto, sostiene que están «promovidas por personas que entienden que pueden perder un tipo de posición personal; alguien que pueda perder autonomía».

Maroto se remitió a las explicaciones del jefe de la Policía Local, José María Conesa, quien indicó que la reestructuración del cuerpo, que justificó por la pérdida de personal en los últimos años, conllevará que «unidades independientes» se integren en cuatro grandes distritos (Norte, Este, Oeste y Centro) «autosuficientes», con agentes multidisciplinares que puedan «hacer de todo», desde el control de tráfico al de veladores, con el apoyo de algunas unidades que se consideran indivisibles, como la canina o el GOIR. El cambio llevará aparejado que la plana mayor de la Policía Local asuma «más funciones administrativas y de diseño del servicio diario», lo que conllevará, según Conesa, «liberar de trabajo administrativo a los mandos que están en los distritos» para que puedan «estar en la calle más tiempo».

«Se les libera de trabajo de organización, cuadrantes...», apuntó Maroto a este diario tras la rueda de prensa que dieron ayer Conesa y el edil de Seguridad, Fernando Marcos, para explicar el plan de reestructuración después de que INFORMACIÓN desvelara el malestar que los mandos mostraron al conocer la propuesta, que calificaron de «involución».

Críticas

Aunque Maroto dice no ser el promotor del plan, sino haber «ayudado y colaborado», desde dentro de la Policía Local así se le considera. Ante las quejas por la falta de participación dada a los mandos, el jefe del Departamento Jurídico de Seguridad aseguró que «se ha contado con algunos», pero no con todos y restó importancia al plante de los jefes policiales durante la reunión del miércoles con Conesa. Consideró que las críticas procedieron de «una persona o dos» y acerca de que se cuestionara su profesionalidad, Maroto agregó que fue «sólo una persona a la que no le gusta mi trabajo».

También el jefe de la Policía Local quiso minimizar el malestar entre los mandos: «Llevo casi 30 años en el Cuerpo, he vivido muchas reestructuraciones y casi nunca hay una acuerdo unánime. La gente suele ser reticente a los cambios, pero más allá de ello, está el que uno o dos (mandos) planteen dudas o no acaben de verlo. Siempre pasa, pero no hablaría de rebelión».

El alcalde, a través de su responsable de prensa, aseguró que se trata de una reforma «necesaria» que figuraba en el programa electoral del PSOE y que irá «en beneficio del ciudadano». Consideró que «a lo mejor no se lo hemos explicado bien, pero no tenemos problema en volver a explicarlo». Al respecto, desde su departamento remitieron a las aclaraciones dadas por el edil de Seguridad en la rueda de prensa.

El edil incidió en que el plan se está «ultimando», sin que todavía se haya concretado el número de agentes por distrito. Consideró que la falta de personal «con 40 plazas amortizadas en el último mandato» abocaban a una reestructuración del Cuerpo. Sobre la cuestionada desparición de unidades, aseguró que la de Aperturas seguirá dependiendo de Urbanismo y que la de Partidas Rurales se asignará a un distrito, pero serán los mismos agentes quienes presten el servicio. Algo que tranquilizó a vecinos de las partidas presentes en la comparecencia. Marcos agregó que su intención es, además, habilitar dependencias en las partidas para los agentes.

Pero la reestructuración de la Policía Local también preocupa a los vecinos de los barrios de Rabasa, Tómbola o Divina Pastora que advierten de que no consentirán cambios en el servicio de Policía de Barrio. «Se mantendrá de la misma forma y, por lo menos, con el mismo personal», dijo Marcos, quien reiteró su intención de ampliar la plantilla reponiendo las vacantes existentes.