Como sucede con otros apellidos, en los registros parroquiales aparecen variantes que nacen de la arbitrariedad del escribiente de turno (coincidente la mayor parte de las veces con el propio cura que ha oficiado el sacramento). En este caso, la variante más repetida es la de Boades. Existen varias familias en las que hay hermanos registrados de ambas formas: Buades y Boades.

Cronológicamente, el primer documento que se conserva en la ciudad de Alicante en el que se menciona este apellido es un libro parroquial de Santa María, correspondiente al bautismo, en 1549, de Lorenza Gerónima, hija del botero Esteban Buades. No se menciona a la madre. Como tampoco se menciona en los registros de los demás hijos de este botero: Isabel Juana (1555), Pedro José (1559), Juana Ángela (1561) y Francisco Juan (1563), todos ellos bautizados en la iglesia de Santa María.

Aunque no se conserva su registro bautismal (seguramente porque nació antes de 1549, o porque fue bautizado en la parroquia de San Nicolás, cuyo primer registro de un Buades es de 1570), el botero Esteban Buades tuvo otro hijo al que puso su mismo nombre, y que también se dedicó al mismo oficio. En el registro de su matrimonio con Mariana Sánchez, celebrado en San Nicolás en 1574, sí que aparece el nombre de su madre: Isabel Roca.

Esteban Buades Roca y Mariana Sánchez bautizaron en Santa María a cinco hijos: Isabel Juana (1575), Esteban Juan (1576), Francisco Juan (1578), Isabel Juana (1588) y Francisco Lucas (1590).

Un recuerdo de la batalla de Lepanto

Josefa Buades contrajo matrimonio con Antonio Venrell, uno de los cuatro alicantinos que participaron en la célebre batalla naval de Lepanto (1572) y que regresaron vivos. Según el cronista Viravens, Venrell «invocó a la Sma. Faz cuando en aquel memorable combate vio comprometida su vida, así que regresó a su patria mandó pintar en un lienzo la situación difícil en que se vio en aquella famosa refriega, cuadro que el devoto Alicantino depositó en la iglesia de Santa Verónica como testimonio de su gratitud a la sagrada Reliquia».

Pero nada más se sabe de este cuadro. Ni quién lo pintó ni lo que pasó con él (no se le ha vuelto a mencionar entre las obras conservadas o perdidas del camarín de la Santa Faz).

Antonio y Josefa tuvieron dos hijos, que fueron bautizados en la iglesia de Santa María: Antonio (1576) y Francisco Venrell Buades (1579).

Fundador de la Escuela de Cristo

Antonio Buades Avellá fue bautizado en San Nicolás el 27-12-1593. Sus padres, Antonio e Isabel, se habían desposado en el mismo templo en 1586. Además de Antonio, tuvieron cinco hijos más: Úrsula (1588), Nicolás (1591), Isabel (1596), Francisco (1598) y Margarita (1600).

Viravens incluye en su relación de «Alicantinos ilustres en santidad» al doctor Antonio Buades, «sacerdote de mucha virtud, que ejerció doce años la cátedra de Hebreo en la Universidad de Valencia. Fue Confesor de don Luis Crespí, Obispo de Orihuela; y aunque este Prelado y otras personas ilustres quisieron tenerle á su lado para edificarse en los ejemplos de su gran santidad y obtener el consejo de su saber, nuestro paisano prefirió retirarse á Alicante, para ejercer aquí las altas cualidades con que le dotó el cielo (?). Fundó en esta Ciudad la Escuela de Cristo, que estableció en su propia casa; despues la trasladó al Santuario de San Roque, y luego á la iglesia del Carmen que es donde nosotros la hemos conocido. El doctor Buades vivió ochenta y cinco años, muriendo en opinion y fama de santidad el 23 de Mayo de 1668 (?)».

En honor a este sacerdote, el Ayuntamiento puso por nombre Doctor Buades a una calle del barrio de Carolinas, que anteriormente se llamaba Jericó.

Un mercader deudor

Francisco Buades era un mercader que tenía tierras cultivables en la universidad de San Juan a finales del siglo XVII y principios del siguiente. Lo sabemos por varios documentos custodiados en el Archivo Municipal de Alicante. Gracias a ellos podemos deducir que debía poseer bastantes bienes, y también no pocas deudas.

Así, el 24-7-1694 fue instado por el notario arrendador de los derechos de sisa mayor y pesca, a pagar una deuda de 60 libras en un plazo de dos días, so pena de sufrir exilio. Pero como estos cargos municipales eran trienales, en 1699 era Francisco Buades, como arrendador de la imposición de saladura y tabaco, quien reclamaba al mercader Antonio Puigcerver el pago de impuestos correspondientes a 135 barriles de tabaco cortado.En 1703, Buades se querelló con el síndico de la ciudad por el precio del trigo; y en 1710 fue él el demandado, por José Marco, porque «anda jactándose de que le debo 150 libras, siendo falso».

Josefa Buades, viuda de Joaquín García, poseía en 1814 una casa en la calle Villavieja, por valor de 2.000 reales.

Alejandro Buades Giner obtuvo el título de maestro de primera enseñanza en junio de 1890. En agosto de 1894 fue nombrado comisionado de ventas de la provincia, cargo en el que cesó el 4 de febrero del año siguiente. Su hermana Vicenta falleció el 17-3-1897. Era esposa del profesor Rosendo Calatayud y, según El Nuevo Alicantino, dejó «cuatro hijos en infantil edad».

El 31-3-1897 fue adjudicado por la Dirección General de Propiedades y Derechos del Estado, el monte de 26 hectáreas denominado «Mojón y Buenavista», situado en el término municipal de Agost, a Juan Lledó Buades, vecino de Alicante, por 294 pesetas. Como se ignoraba su domicilio, varios periódicos alicantinos publicaron la noticia los días 5 y 6 de mayo, avisándole de que tenía «un plazo de quince días para presentarse a formalizar el pago». No hemos logrado averiguar si al final Juan Lledó Buades se quedó con aquel monte. Sin embargo, sabemos que el año anterior pidió permiso municipal para proceder a la apertura de un hueco en su casa de la plaza Santa Teresa 30.

Buades-Bellvert

Alejandro Buades Bellvert era herrero y contratista de obras. A finales de 1882 construyó una obra aisladora del fuego en el Teatro Principal. Vivía en San Francisco 29.

A consecuencia de un fuerte temporal ocurrido los días 9 y 10 de febrero de 1886, fueron destruidas tres casetas de peones camineros que Alejandro había construido en la carretera de Silla a Alicante (actual avenida de Villajoyosa), por lo que se dirigió al Gobierno Civil en solicitud de indemnización.

En febrero de 1887, le fue adjudicada por 6.100 reales la reparación de la caseta de carabineros que había en Pilar de la Horadada. Y en este mismo año anunciaba en la prensa alicantina la tienda-almacén que tenía en Mayor 33, dedicada a la venta de «camas de hierro inglesas, sommiers, hornillas económicas, butacas-camas de reconocida utilidad para los enfermos convalecientes?».

Murió el 17-2-1904.

Salvador Buades Bellvert fue elegido el jueves 2-2-1882 vocal de la nueva junta directiva del Colegio Profesional Agronómico. En julio de ese mismo año fue nombrado perito supernumerario de la riqueza rústica con destino a la Administración de Contribuciones y Rentas.

En los primeros años de este siglo había un guardia municipal llamado José Buades.

Francisco Buades era concejal del Ayuntamiento de Villafranqueza en 1909.

Francisco Buades Poveda era operario del almacén que Julio Pillet tenía en la calle San Fernando. El 22-6-1915 sufrió un accidente laboral, por el que fue atendido en la Casa de Socorro de una fractura del cuarto metacarpiano izquierdo.

Rosa Buades Berenguer abrió en 1939 una churrería en Pelayo 2.

Santiago Tito Buades era maestro nacional. En 1936 organizó una colonia infantil para niños refugiados en Villajoyosa y durante la Guerra Civil fue comandante del batallón Alicante Rojo. Detenido el 1-4-1939 en el puerto de Alicante, un tribunal militar le sentenció el 8 de julio siguiente a pena de muerte, pero quedó libre el 10-10-1943, aunque inhabilitado durante cinco años. Su hermano José abrió en 1954 un local de impermeabilización de trajes de lona en Enriqueta Ortega 17.

Francisco Buades González (hijo de Miguel y Francisca, casados en 1897) abrió en 1948 una cabrería en Garbinet 78 y un puesto de venta de leche en Dangiol 10.

Vicente Buades Jordán pidió permiso municipal en 1950 para instalar un compresor de aire en las calles Italia y Arzobispo Loaces. En 1956 abrió un taller de chapistería en Reyes Católicos. Y en 1961 aumentó un piso en República Argentina 22.

Alfonso Buades Iborra abrió en 1960 un taller eléctrico en avenida Jijona 54.

Carmen Buades Pomares abrió en 1961 una cacharrería en Carlos Arniches 8.

Ramón Buades Guijarro abrió en 1963 una droguería en plaza Navarro Rodrigo 6.

Bernardo Pérez Buades

Hijo de Bernardo y Emilia, nació el lunes 9-1-1888.

Licenciado en Química, a mediados de 1919 dirigía en el colegio de San Luis Gonzaga el curso preparatorio para las carreras universitarias de Medicina y Farmacia.

En 1925 solicitó autorización para construir una casa en la calle Foglietti esquina con la de Alberola.

Fue secretario (1929) y director (1932) de la Escuela de Trabajo de Alicante; y jefe de la Residencia de Estudiantes (1931) -antiguo colegio San Luis Gonzaga-, anexa al Instituto de Segunda Enseñanza.

En 1933 pidió permiso para construir un panteón en el cementerio, y al año siguiente una casa de planta baja y dos pisos en la calle Médico Pascual Pérez.

Presidente del gremio de albañiles

José Martínez Buades vivía en Trafalgar 32 y era presidente de la Sociedad de Albañiles de la ciudad. El 13-2-1902 dirigió, junto con el presidente de la sociedad de canteros, un escrito al alcalde, firmado además por otros 123 profesionales de la construcción, quejándose «de la conducta del Sr. Arquitecto Municipal, en lo que se refiere al despacho de los expedientes de reparos y edificación (?), por el retraso que estos sufren en su departamento, así como la torcida y tiránica interpretación que suele dar á las ordenanzas vigentes». En la carta se lamentaban de que tales retrasos ocasionaban «perjuicios de gran consideracion no solo á los firmantes de la presente, á quien les priva de los jornales de que tanto necesitamos para atender á nuestras cotidianas necesidades, sino tambien á los Sres. propietarios que muchas veces se retraen de emprender obras por no luchar con las dificultades que dicho Señor funcionario les opone á cada paso con pretestos injustificados».

La Comisión de Ornato del Ayuntamiento abrió un expediente el 17 de febrero y, tras escuchar la declaración del arquitecto Enrique Sánchez Sedeño, dictaminó que la denuncia presentada por Martínez Buades y demás albañiles y canteros no tenía «otro alcance que obtener del Ayuntamiento que las licencias para toda clase de obras se tramiten con gran diligencia para evitar perjuicios a la clase obrera y que la casi totalidad de los que la firman lo han hecho por espíritu de clase», y dado que la tramitación de los expedientes por parte del arquitecto municipal «ha seguido la marcha ordinaria», desestimó la reclamación.

José Buades Pérez

Abrió su consulta de oculista en Bilbao 4, 1º, en diciembre de 1913. También atendía «gratis á los pobres en el Dispensario de la Cruz Roja» (La Unión Democrática, 25-12-1913).

El 30-6-1916 se le nombró médico oculista del Cuerpo de Beneficencia Municipal con carácter honorífico y gratuito, para servir la consulta de oftalmología de la Casa de Socorro.

El 8-6-1917 fue provista en propiedad, mediante concurso público, la plaza de médico oculista de la Beneficencia Municipal. Buades se presentó a este concurso y fue propuesto por la comisión correspondiente en el primer puesto, pero el alcalde (Ricardo Pascual del Pobil) eligió al concursante José Gadea Beneyto, que figuraba en segundo lugar. Buades hubo de conformarse con un reconocimiento público por su «brillantez y generosidad», continuando su labor como sustituto de manera gratuita.

En 1919 se anunciaba en la prensa como «Miembro de la Sociedad Oftalmológica Hispano Americana. Curación de las enfermedades de los Ojos, Párpados y vías lagrimales. Graduación de la vista por procedimientos modernos. Consulta de 10 a 1 en la calle de Bilbao núm 4. Al lado de la "Isleña Marítima"».

En 1929 trasladó su consulta privada a San Fernando 34, y comenzó a pasar «consultas públicas y gratuitas» en el Hospital Provincial.

En abril de 1935 se le designó en propiedad la plaza de oftalmólogo de la Beneficencia Municipal.

Buades-Ramos

En Bilbao 4, en el mismo sitio donde el doctor Buades había tenido abierta su consulta de oculista, en 1935 tenía abierta una camisaría Vicente Buades Ramos. Lo sabemos porque en la noche del 5 al 6 de abril de dicho año, le robaron «cuatro camisas de popelin, dos listadas y dos lisas, ignorando quienes puedan ser los autores del hecho» (El Día, 6-4-1935). En 1962, Vicente Buades Ramos solicitó permiso para construir un panteón en el cementerio para él y su esposa, Josefa Rosa Riefa Orguín.

En este mismo local situado en Bilbao 4, Aurora Buades Ramos abrió en 1946 un taller de modista. El año anterior había abierto un establecimiento para lavado y planchado de ropa en San Francisco 30; y en 1949 abrió otro taller de planchado con motor en Gerona 10.

Ramón Buades Ramos abrió en 1940 un bodegón en Doctor Just 25, que en 1954 amplió en el número 27 de la misma calle, para venta de vinos y aguardientes. En 1957 dio de baja la taberna en Doctor Just 25 y la abrió un año después en el número 27.

Ripoll-Buades

En ese mismo año de 1957, y en ese mismo edificio de Doctor Just 25, Ricardo Ripoll Buades pidió permiso municipal para construir dos pisos más. Y en 1961, Ricardo, José y Aurora Ripoll Buades aumentaron un piso en Doctor Just 27.

Ricardo Ripoll Buades fue presidente en 1950 de la barraca Che quin fum fa, situada en la avenida Poeta Carmelo Calvo (entre las calles Padre Mariana y Capitán Segarra), y en 1962 pidió permiso junto con su esposa, Gloria Gadea Planelles, para construir un panteón.

Evaristo Buades Asensi

En la tarde del domingo 19 de septiembre de 1915, los aficionados salieron de la plaza de Toros de Alicante muy enfadados con la gestión del presidente de la lidia, Pedro Olmedo. Tan enfurecidos estaban que, al ver en una tartana a un hombre que creyeron identificar como el tal Olmedo, se dedicaron a apedrear el vehículo, ocupado por seis hombres. Resultó que eran dependientes de los Almacenes del Águila, que venían de pasar un día de campo en Villafranqueza. Para cuando los enfurecidos aficionados taurinos se dieron cuenta del error, algunos de aquellos inocentes dependientes estaban bastante magullados, sobre todo el que vestía un traje parecido al que llevaba el presidente de la corrida, llamado Evaristo Buades, quien debió ser atendido en la Casa de Socorro.

Evaristo contrajo matrimonio con Teresa Torrent el 12 de septiembre de 1918. Tuvieron una hija, Teresa, que celebró su primera comunión en la capilla de las Carmelitas el 12-5-1931.

El 10 de julio de 1925, Evaristo Buades Asensi y su socio Juan Asensi Sánchez solicitaron permiso para instalar un electromotor en la finca El Molino, situada en el camino de la Balsa Nueva, en Villafranqueza, donde tenían un almacén de depósito y lavado de minerales. El electromotor serviría para convertir el depósito en fábrica de ocres y almagres. Tenían su despacho en Alfonso el Sabio 40. Antes de concederles la autorización, el Ayuntamiento palamonero hizo que se publicase la solicitud en el Boletín Oficial de la provincia (11-7-1925), dando un plazo de 15 días para la recepción de reclamaciones. Éstas no se hicieron esperar, y el 18 de julio 55 vecinos firmaron una carta en la que protestaban por la apertura de la fábrica, ya que «forzosamente tiene que producir por la especial naturaleza de los expresados minerales y polvos que de ellos se desprende un tinte de color amarillento en edificios, camino, árboles y tierras colindantes y próximas». El 23 de octubre giraron una visita de inspección el alcalde y el inspector municipal de Sanidad, levantando la correspondiente acta, en la que se decía que la fábrica «se halla ajustada su instalación a las condiciones de las modernas industrias, por haberse colocado potentes aparatos inspiradores que absorben el polvo producido no permitiendo que éste salga constantemente al exterior, cumpliéndose así los requerimientos exigidos por el señor delegado del Gobierno Civil». Como consecuencia de ello, el Ayuntamiento de Villafranqueza concedió el permiso el 28 de diciembre. Cuatro meses más tarde, 18 vecinos volvieron a solicitar el cierre de la fábrica porque, en su opinión, constituía «un inminente peligro para la salud pública» y porque, además, Buades y Asensi habían construido un horno para la cremación de los minerales. La Comisión Municipal Permanente desestimó la instancia el 3 de mayo; así como una nueva reclamación vecinal, presentada siete días después.

En septiembre de 1930, Evaristo Buades se anunciaba en prensa como delegado para la provincia de Alicante del Banco Hispano de Edificación, con oficina en Alfonso el Sabio 44.

Tenía dos hermanas, Luisa, que murió en Villafranqueza el 28-5-1931; y Josefa, que falleció el 7-4-1934.

Muñoz-Buades

Francisco, Rafael y Guillermo Muñoz Buades eran sobrinos del anterior (hijos de Luisa Buades Asensi).

Francisco Muñoz Buades era profesor mercantil y contable del Banco de Vizcaya. Se casó en agosto de 1925 con Manuela Marco. Fueron padres de María Luisa, que murió siendo niña el 1-7-1930. A mediados de 1933 era interventor de Campsa, siendo destinado a Guadalajara como gerente de dicha empresa. En su ejemplar del 11-1-1935, El Día informaba de que la expendeduría de carnes y embutidos que Francisco Muñoz Buades poseía en el barrio de San Blas (Doctor Santaolalla, 16) había sido cerrada por orden de la Inspección Municipal Veterinaria, «por no existir las mínimas condiciones exigidas». Al finalizar la Guerra Civil, fue detenido por haber tenido «una actuación favorable a los rojos». Juzgado por un Consejo de Guerra, fue absuelto. Se le consideraba «persona de orden, pero no afecto a la Causa Nacional». En 1956 y 1957 pidió permiso municipal, como presidente de la barraca Los Gorilas, para instalarla en la plaza Ruperto Chapí, «en la pared del Teatro».

Rafael Muñoz Buades estudió en la Escuela Superior de Comercio. Contrajo matrimonio el 18-12-1927 con María de las Mercedes Girón, en la iglesia de San Francisco, celebrando el banquete en el Hotel Reina Victoria. En agosto de 1928 fue nombrado inspector provincial del Banco Hispano de Edificación. Fue detenido el 9 de mayo de 1939 por haber pertenecido al PCE. Fue condenado a pagar una multa y al embargo de sus bienes, pero en abril de 1940 se levantó la orden de embargo. En 1950 pidió permiso municipal, como presidente de la barraca Los Gorilas, para instalarla en el cruce de la avenida Alfonso el Sabio con las calles General Primo de Rivera y San Vicente.

Guillermo Muñoz Buades fue maestro nacional y periodista: redactor-jefe del semanario Rebeldes (1933); redactor del semanario Rebeldía (1931) y de Diario de Alicante; y colaborador habitual de la revista Juventud (1930). Fue vicepresidente de la junta provincial del Partido Radical. Se casó el 2-11-1934 con Milagros Sagasta.

Manuel Buades Climent

Contratista de obras que realizó numerosos trabajos en la ciudad entre los años 1920 y 1965.

En 1960 abrió en San Vicente 19 una oficina a nombre de Seguros Vértice, S.A.

En enero de 1964 fue nombrado concejal en representación sindical.

En 1965 pidió permiso para edificar en terrenos de la playa de San Juan.

Buades-Terol

José Buades Terol fue agricultor y alcalde pedáneo de Orgegia y la Albufereta desde el reinado de Alfonso XIII hasta los primeros años de la dictadura franquista. Fue también síndico y vicepresidente del Sindicato de Riegos de la Huerta. En 1923 fue multado con 25 pesetas por vender leche de cabra de mala calidad a la fábrica de helados La Ibense. Durante la Guerra Civil protegió en su casa a personas perseguidas por su ideología, sin importarle su filiación política. Falleció el 12-2-1942 en Torre Santiago (Diana 30). A propuesta de Alicante Vivo, el Ayuntamiento puso su nombre en mayo de 2012 al parque situado en la confluencia de las calles Tridente y Curricán, en Cabo de las Huertas.

Manuel Buades Terol solicitó autorización municipal en 1949 para la construcción de tres casas de planta baja en la calle Doctor Sapena.

Asunción Buades Terol pidió permiso para construir un panteón en 1953, un mirador en San Vicente 30, y un edificio compuesto de planta baja, entresuelo comercial y ocho pisos en San Vicente 28-30, en 1961.

Baeza-Buades

Antonio Baeza Buades era concejal en 1935. Abrió en 1941 un almacén y oficinas de exportación de pescado en Ramón y Cajal 8; y una bodega en San Vicente 20, en 1950.

José Baeza Buades construyó en 1947 un chalé en la playa de San Juan; un edificio de diez viviendas en la avenida de Denia, en 1958; y otro de cuatro plantas en Jazmín 21, en 1958. Pidió permiso para construir en 1960 otro edificio en la playa de San Juan a nombre de Constructora del Sudeste, S.A.

Luis Baeza Buades solicitó autorización en 1954, junto con dos socios, para construir cinco edificios de planta baja y cuatro pisos en la calle Barcelona.

Víctima del bombardeo del 25 de mayo de 1938

Durante la Guerra Civil, Mariano Buades Hernández presidió la Sección de Camareros de la UGT, fue miembro de un Tribunal Popular y agente del SIM (Servicio de Inteligencia Militar). El 9 de abril de 1941 fue condenado a la pena de muerte, pero le fue conmutada a 30 años de cárcel y luego a 12. Salió del Reformatorio de Adultos el 2 de noviembre de 1943 en libertad condicional.

En 1949 vivía en Juan de Herrera 52, 2º. El 10 de junio de aquel año envió una carta al alcalde solicitando se le concediera gratuitamente el derecho a perpetuidad del nicho en el que estaba enterrada su hija.

María Buades Pérez tenía 17 años cuando falleció en el Banco Internacional, víctima del bombardeo que sufrió Alicante por parte de la aviación fascista el 25-5-1938. Fue enterrada tres días después en el nicho 2.230, grupo 149, andana 1, del cementerio municipal. Su padre había pagado el arrendamiento de diez años y, transcurrido este tiempo, recibió un aviso para que abonara 250 pesetas si quería prorrogarlo.

El alcalde pidió informes a la Asesoría Jurídica, al jefe de la Policía Urbana y al jefe del negociado de Cementerios. Al mismo tiempo, Mariano Buades compareció en la secretaría del Ayuntamiento para entregar el certificado de defunción firmado por el médico Eduardo Lafuente, en el que decía que había atendido a María Buades el 25-5-1938 de una perforación intestinal, producida por herida de metralla, con orificio de entrada en región glútea, pero que había fallecido el día 27.

Los informes municipales confirmaron los hechos, si bien determinaron que María Buades no «era merecedora de la calificación de "Caída por Dios y por la Patria"» y, por tanto, no podía accederse a lo solicitado por su padre, ya que la exención de tasas y concesión a perpetuidad de la sepultura, únicamente estaba aprobada para cadáveres de personas asesinadas por los rojos. Así lo dictaminó el Letrado Consistorial: «(?) murió a consecuencia de bombardeo, pero no asesinada por los rojos, condición precisa para que se le eximiese al interesado del abono de arrendamiento».

El 18-8-1949, el secretario municipal, Enrique Ferré, comunicó a Mariano Buades que el alcalde había desestimado su petición.