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Elena Nájera: «No sólo hay que educar a los jóvenes para el mercado laboral»

«También es importante que ejerzan una ciudadanía crítica», considera la docente

Elena Nájera: «No sólo hay que educar a los jóvenes para el mercado laboral»

En todo el mundo se celebró ayer el Día Mundial de la Filosofía, ¿en qué consiste esta efeméride?

Se celebra el Dia Mundial de la Filosofía que la Unesco señala en el calendario el tercer jueves del mes de noviembre. Con ello se quiere concienciar a la opinión pública de la importancia de la filosofía, así como poner en valor las iniciativas de promoción que hay en marcha e insistir en la necesidad de seguir con su defensa. Que la UNESCO haya marcado esta fecha muestra que la filosofía es un asunto de interés general

¿Por qué es importante la filosofía?

Primero porque forma parte de los saberes propios de la cultura occidental y, por ello, es una disciplina básica para cualquier persona que aspire a una formación general. Pero lo que muchos queremos subrayar además es que la filosofía puede desempeñar un papel importante en la educación. Ésta no sólo ha de enfocarse a la preparación del estudiante para el mercado laboral, sino también para desarrollar una ciudadanía crítica, para formarse un criterio y saber de dónde vienen los valores propios de la cultura occidental y cuáles son sus posibilidades y sus límites.

¿Cuál es su estado de salud en los colegios? ¿Llegará un momento en que los padres tengan que recurrir a una academia si quieren que sus hijos den filosofía?

Esperemos que no. La situación varía según las comunidades. Algunas han blindado la filosofía, pero otras, como la nuestra, no. Aquí en segundo de Bachillerato la asignatura Historia de la Filosofía se ha ofertado en la gran mayoría de los centros como una asignatura troncal, lo que quiere decir que no es obligatoria para todo el alumnado. Por eso el profesorado de Secundaria de la Comunidad ha puesto en marcha una iniciativa denominada Asamblea de Filosofía para reivindicar que sea obligatoria y que no pierda esa posición de asignatura común que tradicionalmente ha tenido y que hay que defender, no por una mera cuestión profesional, sino por su interés educativo.

¿Cómo sería un mundo sin filosofía?

Sería un mundo un poco más entregado a la mercantilización, con menos recursos para desarrollar la resistencia crítica a todo lo que se nos impone cultural y políticamente. Sería también un mundo más cómodo para muchos, para todos aquellos que encuentran su zona de confort en el pensamiento único.

¿Hay países en los que ya sucede esto?

Puede decirse que hay una tendencia general a desplazar las humanidades. De hecho, se habla de la crisis educativa que atraviesa el planeta como una crisis silenciosa que corre el riesgo de pasar desapercibida y que consiste en consolidar una concepción de la educación centrada únicamente en el utilitarismo y las exigencias de las empresas, olvidando que la enseñanza ha de priorizar también el aprendizaje de otras cuestiones fundamentales para la vida individual y colectiva. En cualquier caso, en todos los países occidentales hay voces disonantes y movimientos que quieren revertir esta tendencia. También hay, por ello, algún motivo para la esperanza.

¿Cómo se gana la vida actualmente un filósofo?

Hay diferentes caminos, el principal es el de la docencia en Secundaria y en la universidad, pero se están abriendo otras perspectivas novedosas, como las de la consultoría filosófica. También cada vez más se recurre a filósofos y humanistas en el área de los recursos humanos para ejercer la asesoría en un sentido amplio, porque su punto de vista aporta una perspectiva crítica e integradora imprescindible para que las cosas funcionen bien.

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