"Este colegio colaborará con cuanto pida la justicia y el fiscal". Es la escueta declaración que emite el colegio Sagrados Corazones a través de su abogado sobre el caso de acoso escolar a una menor del centro, informado ayer por la Policía Nacional.

Los padres de la menor la cambiaron de centro pero el bullying continuó a través de las redes sociales y el caso se ha puesto en manos de la Fiscalía de Menores después de que la Policía arrestara durante dos días a los presuntos acosadores, otros cuatro menos del colegio.

La dirección del centro ha puesto el tema en manos del abogado, Andrés Muñoz, quien se limita a asegurar la absoluta colaboración con cuantos informes solicite el fiscal al respecto.

Muñoz no es partidario de que se informe en el centro sobre lo sucedido porque "no puede ser de otra manerra, por la protección de datos y porque lo primero son los niños".

Ahora la Fiscalía impulsará el procedimiento.