El plan de reestructuración lanzado por el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, para dividir la Policía Local en cuatro distritos, eliminando las especialidades, ha provocado la sublevación de los mandos del Cuerpo, que consideran una «involución» que se pretenda suprimir brigadas que llevan funcionando más de dos décadas, como Partidas Rurales y Ocupación de Vía Pública. El malestar se puso de manifiesto ayer en una reunión de la escala de mandos que se celebró en el salón de actos de la Policía, a la que asistieron oficiales, inspectores, intendentes e intendentes generales.

Los mandos entienden que el plan de reestructuración del Cuerpo, en el que trabaja el tripartito con la justificación de que acercará el servicio a los barrios y mejorará el tiempo de respuesta, acaba con un sistema que funciona gracias a la especialización de unidades como Ocupación de Vía Pública, que lleva mucho tiempo trabajando en el control de la venta ambulante; Aperturas; Tráfico o el servicio en las pedanías.

El malestar de los dirigentes se ve acrecentado con el hecho de que el plan de reestructuración lo esté diseñando el inspector Diego Maroto, jefe del Servicio Jurídico Administrativo de la Concejalía de Seguridad, cargo al que le aupó Echávarri. Los mandos cuestionaron en la reunión de ayer prácticamente por unanimidad la profesionalidad del cargo de confianza del alcalde, quien trabajó en el despacho de abogados que Echávarri compartía con su mujer.

Según explicaron a este diario asistentes a la reunión, en su transcurso varios mandos manifestaron su malestar con un proyecto para el que no se ha contado con el Cuerpo. Entienden además que se han emitido datos «inciertos», como asegurar que el objetivo es sacar a la calle a más agentes cuando en realidad entienden que lo que se persigue es crear, como programa estrella, «una superplana mayor administrativa» con más personal en despachos para trabajar en gestión de calidad y estadística de seguridad.

Sobre la nueva organización, que divide el Cuerpo en cuatro distritos -Norte, Oeste, Este y Centro- hay también muchas desavenencias. En la reunión los mandos criticaron la desaparición de la unidad de Partidas Rurales, que pasaría a depender de una de las cuatro unidades citadas, por lo que Tabarca, Rebolledo y el resto de pedanías estarían adscritas a una misma zona pese a distar entre ellas muchos kilómetros. Otra crítica es que cada unidad será independiente del resto, que cada una tendrá sus mandos, agentes, grúas y demás medios materiales, «todo independiente, como si hubiera cuatro cuerpos».

También hubo mandos que pusieron de manifiesto que la ejecución material en materia de personal es irrealizable. En este sentido, expusieron que según el proyecto lanzado por Echávarri, los efectivos que se adscriben a cada zona no existen en la actualidad (tres patrullas por turno y distrito), por lo que consideraron imposible ponerlo en marcha, también por la falta de mandos suficientes para desarrollar la nueva estructura.

El malestar de los mandos por tener que llevar a cabo un proyecto que desconocen no es exclusivo de la reunión de ayer. Ese descontento lo conocen también los sindicatos de la Policía Local. Además, sobre los dirigentes municipales sobrevolaría como una losa el plante de los mandos del Cuerpo en la etapa en la que el también socialista Ángel Luna fue alcalde de Alicante. Los participantes en la reunión solicitaron prácticamente por unanimidad al jefe de la Policía Local que transmita sus inquietudes y que solicite una entrevista con el concejal de Seguridad, Fernando Marcos, y con el propio Maroto. El edil expuso el pasado jueves el plan a los sindicatos, que están a la espera de una nueva reunión tras presentar algunos de ellos alegaciones. El PP considera que la reestructuración generará conflictos y que pone en riesgo la asistencia a las partidas rurales, donde recordaron que residen más de 7.000 habitantes y hay gran dispersión de viviendas.