El presidente de la Federación de las Empresas de Obra Pública de la Provincia de Alicante (Fopa), Javier Verdú, ha lanzado un mensaje demoledor sobre la situación en la que se encuentra el sector en la provincia debido a que la actividad durante este año ha sido prácticamente cero por las tres grandes administraciones, Fomento, Generalitat y Diputación, algo que tiene asfixiado a las empresas. El sector ha perdido en los últimos cinco años entre 15.000 y 18.000 trabajadores y, según Verdú, este año el goteo de destrucción de empleos vuelve "porque no es solo suficiente con las inversiones privadas".

Verdú mantiene en estos momentos una comida de trabajo con diputados resposables de Obras en la Diputación a los que además de agradecerles su esfuerzo va a pedir más agilidad en los expedientes y que, por ejemplo, se cambien el sistema de contratación de la actual subasta a los concursos públicos "y que se acabe con las bajas temerarias".

Verdú denuncia la especial parálisis que sufre la inversión por parte del Ministerio de Fomento -salvo la variante de Benissa el año se considera en blanco- y de la Conselleria de Obras Públicas que, según Fopa, solo se dedica a trabajos de mantenimiento y el pago de proyectos anteriores. "No los anunciaron pero no nos parece correcto que hayan desviado toda la inversión a los años 2018 y 2019". En la provincia el ejemplo son los casi diez millones de euros para el túnel de Serra Grossa del TRAM, que se ejecutará en 2018. Casi ni un euro en 2017. Y en el haber de Fomento, los 30 millones que debe invertir en la remodelación de los accesos viarios al aeropuerto de Alicante-Elche.