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La temperatura media sube en 16 años un grado en la provincia

Esta espeluznante cifra supone la mitad de todo el calentamiento previsto para este siglo

La temperatura media sube en 16 años un grado en la provincia

Villena, uno de los municipios más gélidos de la provincia, cerró octubre con una temperatura media de 17,7 grados, lo que representó un aumento de 2,2 grados sobre la media que la Agencia Estatal de Meteorología considera normal para ese mes. El dato, que en Alicante fue de 1,3 grados más y en Elche de 1,6 grados, ha devuelto a la actualidad las consecuencias que tendrá para la provincia un cambio climático que hasta ahora se caracteriza por el calentamiento, efecto de los gases de efecto invernadero y el agravamiento de los temporales que traen lluvias torrenciales y las sequías intensas como la que sacude la provincia de Alicante desde hace tres años y tiene al borde del abismo al sector agrícola y beneficia al turismo. En los primeros 16 años del siglo, la temperatura media de la provincia ha subido un grado (1,2 en el planeta), la mitad de lo que los expertos prevén para el conjunto de la Tierra en todo el siglo XXI.

La cumbre sobre clima que se celebra estos días en Marruecos lo ha dejado meridianamente claro, al presentarse un informe que reveló que en 2015 las pérdidas provocadas por sequías, huracanes y lluvias torrenciales en el mundo alcanzaron un valor de 300.000 millones de dólares. Cierto que se centraron en zonas del mundo donde, además, no existe la cultura del seguro, pero la cifra ha dejado al descubierto lo desprotegidos que están los ciudadanos ante un desastre natural directamente relacionado con el cambio climático.

El anticiclón que se instaló sobre la provincia a finales del pasado octubre, y que la ha dejado desde entonces sin precipitaciones, ha agudizado el proceso de desertización que sufre la provincia, la más amenazada del sur de Europa junto a Murcia y Almería. Si el cambio climático no lo remedia, la provincia entrará en 2017 en el cuarto año consecutivo de sequía, una circunstancia que puede pasar una factura ambiental sin precedentes, según los expertos.

Alicante apenas ha recogido este año un tercio de la lluvia que se considera normal, debido a que las activas borrascas atlánticas en el norte de España llegan, sin embargo, secas a la provincia, donde el poniente reseca aún más un paisaje que está ya en alerta permanente, tanto por la falta de precipitaciones como de trasvases. El viento -ayer hubo rachas de hasta 70 km/hora es el causante también de un aumento de las temperaturas.

Según los datos del Laboratorio de Climatología de Alicante habría que remontarse a 1989, hace 27 años, para encontrar un año tan caluroso como el actual, caracterizado por la llegada de bolsas de aire sahariano, algo que comenzó en los años 80 y explica la falta de lluvia.

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