El equipo de gobierno local (PSOE, Guanyar y Compromís) prevé aprobar hoy, en la Junta de Gobierno Local, el cambio de nombre de 46 calles y espacios para borrar del callejero las referencias franquistas y cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Uno de los espacios que cambiará de nombre es la plaza de Calvo Sotelo, lo que ha generado quejas entre los vecinos, que ayer presentaron más de 1.500 firmas ante el Ayuntamiento en contra de la modificación y que han puesto carteles oponiéndose al cambio.

Sin embargo, el alcalde, Gabriel Echávarri, advirtió a los vecinos de Calvo Sotelo de que el plazo para alegar al cambio ya ha finalizado. El primer edil aludió a que la recogida de firmas se inició una vez concluido el plazo de alegaciones y recordó que algunos vecinos, como los de la calle Lassaletta, sí consiguieron paralizar el cambio al presentar a tiempo sus alegaciones. «Va a Junta de Gobierno», destacó Echávarri, quien agregó que la propuesta «ha tenido un plazo de alegaciones». El regidor explicó que indicó a los vecinos que las firmas podían presentarse en el registro del Ayuntamiento «pero que ya se había acabado el periodo de alegaciones» . Los vecinos, no obstante, presentaron ayer un escrito con las más de 1.500 firmas recogidas en contra del cambio.

En cuanto a la Hoguera de Calvo Sotelo, Echávarri ratificó que no tendrá por qué cambiar su nombre, sino que podrá seguir llamándose así.

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, confirmó que la propuesta se llevará a la Junta de Gobierno Local en los mismos términos en los que se aprobó en la Comisión de Memoria Histórica, con los votos a favor del tripartito y la posición en contra de PP y Ciudadanos. Estos últimos han venido criticando que la propuesta de cambio de calles se lleve a la Junta de Gobierno Local y no al pleno, donde el tripartito no cuenta con mayoría. Desde C's consideraron ayer que el tripartito «hurta al pleno debates estratégicos».