Tras 15 años de periplo para implantarse en Alicante y después de toda una suerte de proyectos fallidos, el alcalde, Gabriel Echávarri, desveló ayer el nuevo plan ya sería el cuarto que hay en negociación para la implantación de Ikea en Alicante. El lugar sigue siendo Rabasa, pero la tienda del mueble ya no iría acompañada de un macrocentro comercial al uso de 83.000 metros edificables (como se contempló primero en el Plan Rabasa y después en la Actuación Territorial Estratégica) sino de una parcela de 50.000 metros cuadrados destinada a medianas superficies.

La diferencia con la alternativa que la multinacional sueca planteaba hace un mes (tras conocerse el archivo definitivo del ATE) es que el proyecto no no incluiría las parcelas para equipamientos deportivos y sanitarios que se contemplaban en la zona más próxima a las Lagunas de Rabasa. La otra diferencia, sería la gestión del suelo, puesto que queda descartada la cuestionada operación para comprar terrenos con dinero público. Así lo aseguró ayer el alcalde, quien no aclaró que herramienta urbanística que se utilizaría.

Inversión Estratégica

Desde Alcaldía recordaron, como ya se apuntara tras una reunión mantenida a finales de octubre entre Echávarri y la consellera de Vertebración del Territorio, Maria José Salvador, que desde el Consell «se facilita la llegada de inversiones a través de diferentes vías como los Planes Parciales, como se está haciendo con la ampliación del Parque Empresarial de Elche, o bien mediante el Programa de Inversión Estratégica Sostenible (PIES) que anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig».

Echávarri subrayó que se hará mediante un «procedimiento urgente» y que cuenta con «la complicidad del Consell para acelerarlo». El alcalde destacó, igualmente, que todo el equipo de gobierno, está «en la misma línea» y que, incluso el vicealcalde y edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, «ya ve bien» la propuesta, en la que desaparecerían las parcelas sanitaria y deportiva que, según advirtió Pavón, invadían la zona de protección de las Lagunas.

«Nada oscuro»

«Ikea es fundamental y pondremos facilidades siempre que no haya nada oscuro», agregó Echávarri, antes de explicar que «Ikea ha descartado que el Consell compre el suelo» y que las negociaciones ahora versan sobre la instalación de una tienda de Ikea de 40.000 metros edificables y un espacio de 50.000 metros para medianas superficies.

Este sería ya el cuarto planteamiento para la llegada de Ikea, cuyo interés en Alicante se remonta a hace 15 años. Su llegada, junto a un macrocentro comercial de 83.000 metros cuadrados, comenzó a tramitarse en 2010 bajo el paraguas del Plan Rabasa. Con la anulación del polémico plan urbanístico, la llegada de la multinacional y el macrocentro comercial anexo comenzó a tramitarse en 2013 como una Actuación Territorial Estratégica (ATE) que, además, incluía una zona comercial complementaria y un parque tecnológico. Aunque la oposición al macrocentro hizo que los promotores sugirieran diferentes alternativas, como sustituir el centro comercial por uno de ocio, no fue hasta hace un mes, con el archivo definitivo del ATE, cuando se hizo pública una tercera versión y la intención del Consell de comprar el suelo en Rabasa para facilitar su instalación. En esa propuesta diseñada por la multinacional sueca, cuyo plano publicó INFORMACIÓN el pasado12 de octubre, Ikea renunciaba al macrocentro comercial al uso, proponiendo la instalación de la tienda y de un área comercial anexa de medianas superficies de unos 50.000 metros edificables, lindando con la la avenida y la rotonda de la Universidad, y dos grandes parcelas para usos deportivos y sanitarios junto a las Lagunas. Ahora, el alcalde revela que negocia un nuevo plan podría considerarse el cuarto y que pasaría por limitar el proyecto a una tienda de Ikea (40.000 metros edificables) y medianas superficies (50.000 metros).

«Hasta que no sepamos si les parece bien esta acotación no hablaremos de plazos», aseguró Echávarri, quien agregó que «cuando todos queremos, las cosas llegan».