Al conseller de Educación, Vicent Marzà, no le molesta que se conozca el informe elaborado por los máximos especialistas en multilingüismo de la Comunidad, todo lo contrario, puesto que lo ha incorporado a la propia web de la conselleria a pesar de que él mismo no ha seguido sus premisas. Hasta la fecha, el conseller ha adoptado una postura menos radical y ha declarado por activa y por pasiva que la Llei d'Us está en vigor, y que no tiene intención de cambiarla. Da prioridad a la legislación en el sentido de que permite la exención del valenciano en las zonas castellano hablantes.
En el decreto que esta misma semana el director general de Política Lingüística va a presentar en primera persona a los directores de los colegios e institutos, se contemplan tres niveles distintos para la introducción del valenciano en los centros educativos, y al más básico, que iguala el que hay en las zonas castellano hablantes, le permite mantenerse tal cual si así lo decide el consejo escolar, o el titular del centro en el caso de los centros concertados.
«Insostenible»
Desde las unidades de Multilingüismo de las universidades públicas de la Comunidad califican este hecho de «insostenible», y advierten de que «la Comunidad no puede permitirse el lujo de tener tres sistemas educativos independientes: escuela pública en la zona valenciano parlante; escuela concertada de la zona valenciano parlante -con mucha menos implicación con la lengua cooficial-; y de los centros de la zona castellano hablante».
Insisten, en el caso del alumnado cuyos padres optan por la exención del valenciano, en que el poder político debería tener como «objetivo prioritario del modelo educativo, incorporar a estos alumnos a nuestra lengua y cultura a través de la integración educativa y social en el centro, y conseguir que alcancen el rendimiento requerido tanto en lenguas como en las disciplinas académicas».
