Los vecinos de la zona sur no se fían. Aunque están esperanzados tras conocer que el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, ha anunciado que exigirá al Puerto que la carga y descarga de graneles se cubra con una nave, no están dispuestos a aceptar soluciones que no resuelvan de una vez el problema. Por ello, los vecinos de Gran Vía Sur pedirán a los responsables de la Conselleria que les detallen las medidas que exigen al Puerto y despeje todas sus dudas. «Vamos ser prudentes hasta reunirnos con ellos», señaló el presidente de la asociación vecinal, Manuel Alcón, quien señaló que «queremos que nos expliquen todo en primera persona».

El vocal de Medio Ambiente de la asociación de vecinos, José Manuel Santamaría, aseguró que «desconfiamos porque se nos ha engañado durante más de diez años» por parte, dijo, del Puerto. Santamaría consideró que «cuatro millones la cantidad en la que el Consell cifra las inversiones a acometer por el Puerto dan para un cerramiento», pero los vecinos no están dispuestos a conformarse con cualquier cosa. «No queremos planchas metálicas, ni amontonamiento de contenedores, sólo queremos cerramientos de verdad que minimicen la contaminación», subrayó.

Santamaría recuerda las recomendaciones del Síndic de Greuges y el hecho de que la Conselleria de Medio Ambiente denegara inicialmente al Puerto la licencia al considerar insuficientes las medidas propuestas. En ese informe denegatorio inicial de julio, según consta en la resolución del Síndic, Medio Ambiente aseguraba que para obtener la licencia «se deberá proceder a la adaptación de las instalaciones con el fin de garantizar que todas las operaciones de almacenamiento y manipulación de materiales pulverulentos se realizan en naves cerradas y en depresión, o, en su caso, mediante sistemas equivalentes de semejante eficacia probada (tolvas ecológicas con aspiración, sistemas de aspiración, silos cerrados, etc.)». Los vecinos advierten de que no se conformarán con menos.