La nueva instrucción de la Dirección General de Tráfico (DGT), que retira de las aceras los vehículos de movilidad personal, puede afectar a niños, porque los patinetes eléctricos están en un terreno intermedio entre el juguete y el medio de transporte. Si en algo están de acuerdo las asociaciones de madres y padres es en que hay que introducir la educación vial en los colegios, y cuanto antes mejor. El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) Gabriel Miró en Alicante, Ramón López, expone que «todo lo que sea por la seguridad de nuestros hijos e hijas lo vemos de forma positiva, pero reivindicamos una educación integral en las escuelas que, más allá de las matemáticas y la lengua, introduzca la educación vial desde el primer curso».

El presidente de la FAPA Gabriel Miró expone que «apostando por esa educación, muchas de las campañas de concienciación -como las de ponerse el cinturón- dejarían de ser necesarias, y a veces nos limitamos a regular con prohibiciones la vida del ciudadano y con campañas que al final se quedan en los cajones cuando probablemente lo que falta en las escuelas es educación vial».

El presidente de la FAPA Enric Valor, Raúl Alós, coincide en que «que se regule el uso de estos vehículos -que en algunas ciudades sí que generan muchos problemas- nos parece correcto, pero deben recogerse excepciones, porque no todos los aparatos eléctricos reúnen los mismos requisitos o tienen características peligrosas». Alós señala que «es diferente la velocidad que pueden alcanzar o la masa que mueven un patinete con un niño y un carrito para dos adultos, y por ese motivo entendemos que la regulación tiene que tener una flexibilidad para no poner en riesgo la seguridad de los menores». De lo contrario, señala el presidente de la FAPA Enric Valor, «puede derivar en que por una regulación demasiado estricta obliguemos a los menores a ir por la calzada cuando muchos no tienen y no tienen por qué tener conocimiento de las señales, o haber aprendido educación vial». En este sentido, coincide en que «proporcionarles educación vial es importante, pero antes de prohibir sería fundamenal sentarse a hablar con todos los sectores afectados, ver lo que pueden aportar, apostar por la inclusión de medios y finalmente, en última instancia, regular, porque de buenas a primeras prohibir no nos parece que sea lo más adecuado».

En este contexto, las asociaciones de madres y padres de alumnos señalan que ciertos patinetes que se venden casi como juguetes no llegan con un manual de instrucciones ni con un curso acelerado de circulación, y que, por tanto, exigir que circulen por la calzada puede poner en riesgo a sus usuarios.