Para los vecinos de la zona sur de la ciudad, la única medida efectiva para paliar las molestias que sufren por la carga y descarga de graneles es que la actividad quede completamente cubierta con tolvas o naves cerradas. Una medida que se incluye entre las inversiones que el Consell obliga a acometer al Puerto para poder mantener la actividad. «Si se van a poner naves cerradas, estamos en la misma onda», aseguró el presidente de la asociación de vecinos de Gran Vía Sur, Manuel Alcón, quien recordó que es la principal medida que vienen reivindicando.
El vocal de Medio Ambiente en la asociación vecinal, Jose Manuel Santamaría, aseguró que desconocían las condiciones impuestas por la Conselleria de Medio Ambiente al Puerto, pero coincidió en que «la contaminación sólo se puede eliminar con naves o silos cerrados» y aseguró que no están dispuestos «a ceder a medidas correctoras de menor nivel». A falta de conocer los detalles sobre las medidas exigidas asegura que pedirán información a la Conselleria de Medio Ambiente en una reunión que tienen programada la próxima semana aseguró que los vecinos estarían «conformes si se cierra». No obstante, advirtió de que «no vamos a admitir chapuzas ni más mentiras». Al respecto, reclama que dentro de esos cuatro millones de inversión se acometan «medidas reales» y que «de verdad sirvan para evitar la contaminación».
