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Mariola Sabuco

Apuntes

Mariola Sabuco

Qué rabia

Todo lo que tiene que ver con la Ley de Memoria Histórica es un avispero de emociones que no ha permitido hasta ahora eliminar del callejero de Alicante los nombres del franquismo. Por ello, la decisión unánime hace unos meses „con unos criterios aprobados por todos„ de retirar semejante honor a quienes no se debe rendir homenaje público hacía vislumbrar un final feliz muy alejado de la polémica en la que nos encontramos a día de hoy. Desde la Concejalía de Memoria Histórica se realizó el trabajo y una propuesta para cambiar el nombre de 45 calles y, por lo que parece, la oposición no pone pegas a esos cambios, salvo en seis casos que seguro se podrían negociar. Hasta ahí, perfecto. El problema se origina cuando desde el equipo de gobierno se opta por la estrategia de no consensuar y llegar a acuerdos con las nuevas denominaciones. La eliminación de nombres manchados de sangre del callejero es una cuestión de tal dignidad que da rabia que se ponga en entredicho porque no se ha hecho el trabajo político más sencillo „máxime careciendo de mayoría absoluta„ de permitir que la oposición participara con los nuevos nombres y así poder aprobarlo en un pleno.

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