Eran otros tiempos. Los de aquella generación dicen que mejores; los de la actual, los bautizados como "millenials", no lo dirán, pero porque no la vivieron, claro. Uno tiende siempre a considerar "su época" como la mejor de todas. Les pasa a nuestros padres, que añoran los guateques en los que "los chicos con las chicas tienen que estar...", y les pasará a nuestros hijos, que rememorarán con nostalgia el reguetón, los botellones o el tardeo.

En ninguna de las más de 1.000 fotografías de esta galería sobre la fiesta en la provincia de Alicante entre los años 1995 y 2000 se ve a nadie embobado con un móvil en la mano y ni, mucho menos, haciéndose selfies. Como mucho te llevabas de marcha una cámara (unos aparatos que existían antes de que los smartphones se apropiaran de sus funciones) en el bolso o en la bandolera/riñonera (sí, llegaron a estar de moda, qué cosas) y si tenías la suerte de que no te la robaran al descuido, le pedías a alguien que os hiciera a ti y a tus amigos una foto.

Aprovechabas esa ocasión para solicitárselo a ese chico o chica que te gustaba. Era la tercera manera más frecuente de entablar conversación. La segunda era pedirle fuego. Porque sí, aunque parezca por lejano ya que nunca fue así, entonces se fumaba en el interior de los pubs y discotecas, auténticas chimeneas de humo condensado y olor a nicotina. En eso sí que hemos ido a mejor, la verdad. El top one del ranking de modos de romper el hielo era enviar a algún amigo/a en plan alcahuete o, si tenías la suficiente determinación, entrarle con los manidos "Hola, ¿cómo te llamas?", "Me suena tu cara", "¿Nos conocemos de algo?" o en plan kamikaze: "¿Quieres rollo?".

Había entonces, fueras de la localidad de la provincia que fueras, bastante más movilidad geográfica a la hora de salir de marcha, y no solamente en verano. Cómo no ibas a ir al Sakkara de Guardamar, a la KKO de Torrevieja o a la Metro de Bigastro, por poner solo algunos ejemplos, si te gustaba el "bakalao".

Fueron los años dorados del luego conocido como Eurodance, una época que hacía que no te importara clavarte un montón de kilómetros para ir hasta Biar porque se convirtió durante un tiempo en lugar de peregrinación por su concentración de discopubs. O el mítico Trensnochador, tan lleno que a menudo al revisor no le daba tiempo a comprobar si todo el mundo tenía ticket antes de llegar al destino.

54

De marcha por la provincia en 1996

En verano se ponían de moda las terrazas de la Playa de San Juan o las discotecas a pie de arena, como el Cheers en Arenales del Sol, o Elcano en Santa Pola, en unos meses en los que la actividad en el Barrio o la ya entonces en declive La zona (calle San Fernando y alrededores) decaía en favor del Puerto, que también tuvo su era dorada, con discopubs amplios y horarios de cierre que veían el amanecer. Y los domingos, si la resaca no lo impedía, por la tarde al cine. Al Ideal, al Monumental o el Carlos III, todos ellos ya desaparecidos. Te llegaba con lo que te daban tus padres de "paga" para pasar el fin de semana. Unas 1.500 o 2.000 pesetas, que después vendría el euro para poner el precio de una noche de cubatas al nivel del barril de Brent.

Entonces habríamos exclamado un sonoro "cómoooooorrrrr" si nos hubieran pedido nuestra paga íntegra por un güisqui con cola. Porque entonces molaba decir "finstro", "pecador de la pradera", "hasta luego, Lucas", "ai can de mor", o "no puedor, no puedor"... ¿"Te das cuén" de lo que cambian los tiempos, cobarde? Y no es que hicieras el indio, hacías el Cherokee. O veías a machotes que ya habían hecho la mili, que aún era obligatoria, bailando la coreografía del "Saturday night" de Whigfield. Espera, por si no te acuerdas: Dabararan diririranidararan?

78

Así se vivía la noche alicantina en 1994

Temazos eternos como los de Paco Pil (qué letras las suyas, ríete tú de las de Bob Dylan) o Chimo Bayo (Jujá) que escuchabas ya en CD (que levante la mano quien no coleccionara el Bolero Mix o el Máquina Total?), tras haber pasado varias horas de tu vida rebobinando casettes con un boli Bic. Menos tiempo, quizá, que el que pasamos grabando canciones de la radio mientras rezábamos para que el locutor hablara lo menos posible durante las mismas.

Llamabas al Bikini Club de Bartual y el señor Coll para dedicarle una canción a tu novio/a o a tus amigos; veías Bola de Drac en TV3 o en Canal 9 (pocas cosas han hecho tanto por el valenciano como esa serie); jugabas al Fifa o al Tomb Raider II; veías "Al salir de clase" -sí que lo veías, no digas que no-; te preocupaba el mal de las vacas locas; veías cómo Aznar ponía fin a 14 años de gobierno socialista en España y te estremecías ante el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA.

Parece que fue ayer. Quizá va a ser verdad, como cantaba Gardel, que 20 años no es nada.