Ocho meses después la provincia de Alicante fue escenario ayer de una nueva operación de la Policía Nacional contra el terrorismo yihadista que concluyó con dos detenidos en Altea y Ceuta y otros dos apresados en Marruecos. El Ministerio del Interior considera a los cuatro detenidos integrantes de dos células yihadistas que han sido neutralizadas y asegura que tanto el detenido en Altea como el de Ceuta habían jurado lealtad al Daesh (Estado Islámico) y como activistas de pleno derecho mantenían una «comunicación directa, constante y fluida con reclutadores y dirigentes de la organización terrorista».

El detenido en Altea es un ciudadano marroquí de 38 años, Anuar M., y su función se centraba en adoctrinar y radicalizar seguidores para la Yihad, mientras que su compatriota apresado en Ceuta, de 34 años, actuaba como líder carismático virtual y estaba considerado un «sheik» (director espiritual) por sus discípulos, lo que le convertía en «una peligrosa arma de convicción y captación», según Interior. En Marruecos fueron detenidos otros dos marroquíes en Tetuán y Castillejos.

La detención de Anuar fue realizada sobre las cuatro y media de la madrugada de ayer en un bloque de apartamentos con privilegiadas vistas al mar situado a escasos metros del puerto de l'Olla en Altea. La casa es de la novia del detenido pero ella -de nacionalidad española- no estaba en el momento en que agentes de los GEO irrumpieron por sorpresa. Anuar estaba acompañado de un joven magrebí ajeno a la operación y que horas más tarde salió libre del edificio con una cara de asustado. Tras la entrada de los GEO, la Policía procedió a realizar un minucioso registro de la vivienda que se prolongó durante cinco horas.

Los agentes salieron sobre las once de la mañana con varias cajas con material incautado y se dirigieron al casco urbano de Altea, donde realizaron un segundo registro en el domicilio de Anuar, situado en la calle Zubeldia, muy cerca del Ayuntamiento. Aquí no fue necesario derribar la puerta al abrir con las llaves del detenido y el registro duró menos que el anterior, aunque también permanecieron casi dos horas.

El operativo concluyó con un tercer registro en una carnicería árabe propiedad de un primo del arrestado.

En los tres registros de Altea la Policía intervino sobre todo documentación en soporte informático que está pendiente de ser analizada y también decomisó cerca de medio kilogramo de hachís. El arrestado no trabajaba y se investiga si obtenía algunos beneficios con el trapicheo de drogas, aunque hasta ahora carecía de antecedentes policiales.

Las investigaciones policiales iniciadas en 2014 desvelaron que dos personas que habían residido en España se habían integrado en una «katiba» (unidad) adscrita al Daesh en zona de conflicto. La estructura, conformada y dirigida desde una «katiba» en zona sirio-iraquí, se desdoblaba en dos células diferenciadas ubicadas entre España y Marruecos con cometidos concretos y específicos. De esta manera, los detenidos habían logrado constituir un entramado colaborador estable tanto en España como en Marruecos, por lo que sus integrantes presentaban elevados niveles de radicalización y profundo compromiso con los postulados de Daesh.

Según Interior, la célula marroquí -encargada de mantener la ortodoxia- realizaba el adoctrinamiento para cohesionar la estructura frente a cualquier contingencia externa. Por otra parte, la célula localizada en territorio español desarrollaba labores concretas de selección, captación y adoctrinamiento de nuevos integrantes para el envío a la zona de conflicto sirio-iraquí. Finalmente, los integrantes de la «katiba» en Siria conectaban las dos células terroristas con Daesh, dirigían la estrategia mediante instrucciones concretas de funcionamiento y les proporcionaban además el material propagandístico terrorista para su difusión, según señala Interior en un comunicado.

Apoyo logístico

La relación entre las dos células desarticuladas se materializaba mediante frecuentes viajes de los detenidos a España y Marruecos con el objetivo de fortalecer la cohesión del grupo, así como para determinar líneas de actuación y apoyo logístico mutuo.

Además, la estructura terrorista asumía plenamente la estrategia global diseñada por Daesh en lo referido a formación de células locales autónomas, que se erigen como una prolongación de la organización terrorista.

De esta forma, la peligrosidad de los detenidos, según Interior, se debía, no solo a su capacidad de adoctrinamiento, radicalización y captación de adeptos para la Yihad, «sino a su predisposición a pasar al siguiente estadio y desplazarse a la zona de conflicto para convertirse en mártires y, como última ratio, perpetrar algún tipo de ataque terrorista en su país de origen o residencia».

Las dos células utilizaban las redes sociales como plataforma de intercambio y difusión de mensajes donde, además de publicitar y ensalzar el ideario de Daesh, realizaban llamamientos a todos los musulmanes, «incitándoles a hacer la Yihad y a alzarse con armas para eliminar a los infieles, reflejando fielmente la proclama de Daesh: 'luchar contra los infieles allá donde se encuentren'».

Los arrestados adoptaban fuertes medidas de seguridad, especialmente en sus desplazamientos y comunicaciones telefónicas.

El Ministerio del Interior resaltó ayer que la desarticulación de estas dos células terroristas evidencia la determinación de Daesh de desestabilizar la seguridad de todos aquellos países considerados un freno para su expansión, diseminando en su territorio combatientes nacionales y extranjeros instruidos para acometer actos terroristas.

La operación, supervisada por el juzgado central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, ha sido realizada por agentes de la Comisaría General de Información, de la Brigada Provincial de Información de Alicante y de la Dirección General de Vigilancia del Territorio del Reino de Marruecos, todo ello en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Muchos ciudadanos observaron ayer en Altea desde la distancia el despliegue de la Policía Nacional, que incluyó a más de 30 agentes de la lucha antiterrorista -Comisaría General de Información y Brigada Provincial de Información de Alicante-, Policía Científica, GEOS, TEDAX, Unidad de Intervención Policial y Unidad de Guías Caninos.