El Ministerio de Agricultura ha llegado a un acuerdo con los regantes del trasvase Tajo-Segura para subvencionarles hasta diciembre de 2017 el agua que produce la desaladora de Torrevieja, a razón de 0,23 euros el metro cúbico, con lo que el precio final se quedará en 0,30 euros, en virtud del decreto de sequía prorrogado a finales del pasado septiembre. Una ayuda pactada con la ministra Isabel García-Tejerina que deberá quedar plasmada, no obstante, negro sobre blanco, en los próximos días, cuando comience a funcionar el hasta ayer gobierno en funciones, algo que ha ralentizado, por otra parte, cuestiones clave para la provincia como el convenio para la gestión del Júcar-Vinalopó.
En estos momentos, el sector agrícola alicantino tiene recursos del Tajo hasta el 1 de enero, y si se optimizan bien el resto de recursos hídricos (caudal de la cuenca del Segura), hasta abril de 2017, pero ésta última reserva está en el aire, ya que la falta de lluvias y el calor del pasado octubre provocaron que el consumo de agua se disparara un 30% para poder plantar las cosecha de invierno, según alertó ayer José Andújar, presidente del Sindicato del Tajo-Segura.
La sequía no da tregua -los pluviómetros de la provincia recogieron un 40% de lluvias menos el pasado octubre, el mes más lluvioso del año-, el trasvase del Tajo no pasa del envío de los 250 hm3 de agua al año, tanto para riego como para consumo urbano, y a los agricultores no les ha quedado otra opción que capear el «temporal» con agua desalada de la macroplanta de Torrevieja, que sigue trabajando al 50% de su capacidad.
Paradójicamente, han sido ahora los propios regantes los que han instado al Gobierno a que amplíe la producción de agua desalada, «porque necesitamos que produzca 80 hm3. Cierto que el precio está por las nubes pero la sequía no nos da otra opción y para ello deben activarse todos los recursos de la desalación ya», subrayó Andújar que, no obstante, confía en que la coyuntura meteorológica pueda cambiar en los dos últimos meses del año. «Al menos que haga frío para beneficiar a hortalizas como las alcachofas», aseveró José Andújar.
Agua cuatro veces más cara
El caudal será subvencionado sigue siendo, además, casi cuatro veces más caro que el del trasvase, por lo que los costes de producción se van a duplicar, y la hora de riego pasará de los 50 euros actuales a 100 euros. El Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante reitera, por su parte, que la solución a los problemas hídricos de la provincia pasa por reordenar los recursos del Tajo. «El seguidismo que ha hecho hasta ahora el Gobierno de las políticas hidrológicas es muy grave. El Tajo-Segura es tan importante o más que el Corredor Mediterráneo. El memorándum en vigor partió de una falacia técnica como fue elevar en 80 hm3 al año la reserva de agua para abastecer a Madrid, Toledo y el corredor del río Henares donde se calculó un aumento de la población que no se ha producido», sostiene Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía. «Ese caudal tiene que volver a ser para Alicante y Murcia, por lo que la única solución es que el abastecimiento de esas zonas se haga desde el Tajo Medio y no desde Entrepeñas y Buendía, donde está más que demostrado que los periodos de sequía coinciden con los de Alicante. Si no se hace así, el trasvase acabará sin agua».
Rico recordó, por otro lado, que «ahora mismo no se pueden poner objeciones al paso adelante dado por el Gobierno y los regantes porque la situación es de emergencia, pero mi pregunta es quién va a pagar esa subvención, porque la Directiva Marco del Agua obliga a recuperar los costes vía tarifa». El director el Instituto apeló a que «se habrá un gran debate a nivel nacional para que el futuro PHN incluya el reparto de transferencia y no se olvide de plantear pequeños trasvases del Ebro. Las desalinizadoras solo pueden ser soluciones puntuales».
Pacto nacional
Valoración en la que Antonio Rico coincide plenamente con la de José Andújar, presidente del Acueducto Tajo-Segura. «Necesitamos un pacto del agua a nivel nacional y se lo vamos a explicar al PP, CS, a lo que quede del PSOE y Podemos, aunque no parece que cree en España». Andújar lamentó que «la Democracia ralentizó las obras hidráulicas que estaban proyectadas desde la República. Tan difícil resulta que nos den el dedal de agua que vierte el Ebro al mar. Solo pedimos 1.500 hm3 de los 12 o 14 mil que vierte al mar».
