Pese a la complejidad logística, los supermercados se han lanzado a la conquista del mercado online, conscientes de que el reto está en el producto fresco, que se resiste a la venta por internet.
¿Están los supermercados ya en la venta online?
El comercio online representa el 1,5% de la venta de alimentación y, desde nuestro punto de vista, el consumidor prefiere el contacto con el producto fresco, verlo, olerlo, tocarlo. El coste logístico de la venta de alimentos online es alto, porque se tienen que hacer entregas megarrápida. Se dan pasos y estamos en el camino de la implantación del «e-commerce» en el sector llegando a acuerdos porque hay un gran universo de productos.
¿Dónde está el futuro?
La venta online forma parte del debate. Vamos a estar preparados para que no nos pille el toro, pero para nosotros el punto de venta físico sigue siendo aún lo más importante. ¿En el futuro? Vamos a tener que ser omnicanales. Desde hace unos pocos años todas las empresas del sector de supermercados estamos tomando decisiones y avanzando en comercio online. Todos los asociados están al corriente y lo tienen sobre la mesa, lo que no quiere decir que todos vendan ya por internet.
¿Qué fórmula podría funcionar para los supermercados?
Es muy costoso de gestionar y tiene poca cuota de mercado. Es difícil porque no hay modelos de éxito en venta online de comercio de alimentación. El margen de negocio es corto comparado, por ejemplo, con la venta de zapatos, ropa o libros. Ahora hay una iniciativa brillante, de entregas en dos horas. Quizá tengamos que asociarnos en esto con el pequeño comercio.
¿Es un mercado a conquistar?
El sector de venta de alimentación ha sido pionero en todo, desde la creación del código de barras a los carritos inteligentes, el merchandising...y si la venta online es la asignatura pendiente es por algo. Ese retraso no es casualidad. Influye que el volumen de negocio online de España sea de 20.000 euros al año, relativamente bajo en comparación con los 140.000 millones de euros de Inglaterra. Pero está encima de la mesa.
