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Mariola Sabuco

El número 3

Aunque el orden del día del pleno de Alicante era deprimente, acudí con la certeza de que la función jamás defrauda. Al llegar, hubo un impacto visual: tres grandes pantallas de televisión con un cronómetro marcando «03:00» aguardaban distribuidas por el Salón de Plenos que preside el tripartito. Tres son los minutos que han pactado para cada intervención en Ruegos y Preguntas, una disposición prudente para que debates inútiles se alarguen más allá de lo soportable. Pese a que pudiera parecer escaso, algunas intervenciones tuvieron la virtud de demostrar que esa medida de tiempo es interminable.

Ayer, el alcalde, Gabriel Echávarri, estuvo comedido y solo quiso ser moderador. Aseguran en plaza del Ayuntamiento número 1 que al primer edil le está sentando de maravilla la influencia de Lalo Díez, su jefe de Alcaldía y compañero en el PSOE; la única persona a quien se le reconoce ascendencia sobre el regidor socialista. A Díez atribuyen que Echávarri tenga ahora relación con el portavoz del tripartito, Natxo Bellido, de Compromís. ¿Y con Miguel Ángel Pavón (Guanyar Alacant)? Responden con un elocuente silencio.

Como el alcalde quiso huir de protagonismos, Pavón y Nerea Belmonte (exGuanyar Alacant y todavía en Podemos) demostraron ser valores seguros. El vicealcalde forjó su maestría en sus disputas con la exalcaldesa, Sonia Castedo, algo que no es baladí; y los enfrentamientos entre Belmonte y Julia Angulo (Guanyar Alacant) llevan camino de convertirse en un clásico, no por su valor, sino porque no hay sesión en la que no haya una altisonante pelea entre ambas, al estilo de Bette Davis y Joan Crawford en la película ¿Qué fue de Baby Jane? Según Belmonte, Angulo es corrupta por favorecer con un piso «a un amigo» y no es eficiente. Además, le recordó que tiene un pleito en Ecuador por una presunta estafa a la que la alicantina quita lo de presunta. Angulo opina de Belmonte que es «un poco corta» y «fashion week», que se entendió como superficial y casquivana.

Antes de enzarzarse con Angulo, Belmonte se precalentó con Pavón con insultos alegóricos tras personajes de cómic y cinematográficos. Así, abrió fuego dialéctico contra el edil al acudir quién lo hubiera dicho. Tanto él como ella parecen más de Tintín al celebérrimo Asterix y Obelix de René Gosciny y Albert Uderzo. Para la exGuanyar, el edil no es ninguno de los dos protagonistas, tampoco Panoramix, solo es un romano metiendo cizaña. Por si no fuera suficiente, más tarde le calificaría como Harry «El Sucio», el mítico papel de Clint Eastwood. Pavón lo interpretó, como todos los presentes, en la línea de lo que le espetó Castedo en un pleno hace años insinuó que olía mal y replicó a la concejal no adscrita con el mismo desprecio que dirigido entonces a la popular: «Es usted una zombi política».

Pero no todo fue dramatismo. El concejal de Ciudadanos Vicente Buades puso la nota cómica. Él, como el exportavoz de C's José Luis Cifuentes, se pone en pie para intervenir en los plenos, y desde esa posición afirmó: «Los que estamos aquí sentados, aunque yo esté de pie...». Finalmente, mientras un hombre sesteaba al fondo del público, Fernando Sepulcre dejaba algo para la más fina investigación periodística. El exedil de C's, ahora no adscrito, criticó a Pavón (Guanyar), defendió a Eva Montesinos (PSOE), realizó una interpelación a Natxo Bellido de esas de ¡megustaquemehagaesapregunta! y acabó alabando a Fernando Marcos (PSOE), y no todo en la misma intervención. ¿Qué será lo que persigue Sepulcre?

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