Nubarrones en el horizonte. La bonanza que ha vivido este año el sector turístico de la Costa Blanca, que en diciembre cerrará el mejor ejercicio de su historia, puede cambiar drásticamente en 2017 por cuatro factores que amenazan con cambiar una coyuntura que ha posibilitado, por ejemplo, que la provincia haya ganado en un año 200.000 turistas extranjeros y el aeropuerto alcance los 11 millones de pasajeros, según un informe del lobby Exceltur, del que forman parte las grandes empresas turísticas españolas.
El aumento del precio del petróleo, la incipiente recuperación de destinos hasta ahora cerrados por los efectos del terrorismo yihadista como Turquía y Túnez, la depreciación del valor de la libra respecto al euro por la salida del Reino Unido de la UE, y el aumento de la presión fiscal para cumplir los objetivos de reducción del déficit público impuestos por UE van a poner, según hoteleros y expertos consultados por el periódico, en una situación de debilidad dado el modelo que perdura, el basado en la contención de los precios.
A ello se suma, según Exceltur, que la Administración sigue sin hacer los deberes, como lo demuestra el hecho de que este mismo año la oferta de alojamiento sumergido (apartamentos sin registrar) ha crecido un 75% en España donde existen ya cerca de dos millones de plazas, de las que 400.000 se localizan en la provincia de Alicante. La patronal turística cifra en 200.000 los turistas extranjeros que ha ganado la Costa Blanca este año y advierte de que la coyuntura no se repetirá en 2017. Es decir, el cóctel turistas prestados, bajos precios del petróleo, y cambio de algunas divisas frente al euro. Exceltur califica de «burbuja volátil» los efectos positivos de la Primavera Árabe desde 2017.
José María Caballé, presidente de la cadena hotelera benidormí Servigroup, la de mayor volumen de plazas en la Comunidad Valenciana, subraya, por su parte, que «el año ha sido excelente y nadie se puede quejar pero hay un tema que parece que no se tiene muy en cuenta y creo que es capital, máxime en nuestro destino. Bruselas exige una subida sustancial de tasas e impuestos y ahora mismo nuestro IVA está al 11%, muy por debajo del de otros países europeos, por lo que cualquier aumento va a multiplicar nuestros costes, por lo que será difícil mantener precios y sin precio no hay reinversión y luego pasa lo que pasa». Caballé recuerda «las imágenes que vimos el verano pasado con hoteles cerrados en Lloret de Mar por pillarles robando energía. En nuestra zona no estamos todavía así, pero existen hoteles antiguos que trabajan con un producto basado únicamente en el precio, con deudas y expuestos a caer ante cualquier revés. Un escenario con salarios bajos y subida de costes podría ser letal y es cierto que estamos preocupados», subraya un empresario que ha sabido capear las grandes crisis del sector desde finales de los años 70.
La facturación de este año ha sido muy positiva porque el 67% de las empresas ha mejorado sus ventas y se han creado 87.693 empleos hasta el pasado septiembre. Para el conjunto de 2016 serán 3,9 millones los turistas prestados que ha ganado España por la huida de países en conflicto como Turquía o Egipto, fundamentalmente.
