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Una técnica pionera recupera a la mitad de los pacientes con ictus

El Hospital General aplica este tratamiento que evita en un 50% de casos las secuelas de la dolencia

Una técnica pionera recupera al 50% de pacientes con ictus

Sin secuelas graves tras un gran ictus. El Hospital General de Alicante ha logrado que más de la mitad de los enfermos que sufren un accidente cerebrovascular grave mantengan después su independencia funcional -pueden caminar, manejarse en sus rutinas, hablar...- gracias a la reciente incorporación de un nuevo tratamiento para estos enfermos. Una técnica que se aplica desde hace algo más de un año a pacientes de toda la provincia y cuyos resultados están marcando un cambio a mejor en el futuro de estas personas.

«Antes de que se implantara esta nueva técnica las posibilidades de que un paciente de ictus grave mantuviera después su independencia eran de un 20%», señala Nicolás López, responsable de la Unidad de Ictus del Hospital General. Estas personas, por lo general quedaban con graves secuelas, y requerían de ayuda para poder manejarse en su vida diaria. Tras más de un año de rodaje y con cerca de 200 pacientes atendidos, se ha comprobado que el 56% quedan sin secuelas graves.

La nueva técnica que incorporó en 2015 el centro sanitario es un tratamiento de carácter endovascular. «Introducimos un catéter en el paciente y a través del sistema circulatorio llegamos a la zona de la cabeza en la que está la obstrucción y la absorbemos», explica Nicolás López. Una técnica compleja que está indicada sólo para aquellas personas que han sufrido la oclusión de un gran vaso sanguíneo y para las que los tratamientos habituales con fármacos ofrecen pocas esperanzas de recuperación.

El Hospital General de Alicante es centro de referencia para toda la provincia en esta técnica que cada vez se aplica en un mayor número de pacientes. «En 2015 fueron 88 personas atendidas con tratamiento endovascular y en lo que llevamos de año ya son 100», explica Carmina Díaz, jefa del servicio de Neurología. Un aumento que no responde a un mayor número de casos de ictus, «sino a que la población es cada vez más consciente de la importancia de acudir rápidamente al hospital ante una sospecha de ictus». Y es que el tiempo corre en contra de los enfermos en estos casos y para aplicar este tratamiento endovascular no pueden haber pasado más de 6 horas desde el inicio del ictus.

El centenar de pacientes atendidos en menos de un año sitúan al General como el hospital de la Comunidad que más tratamientos endovasculares aplica. «Cuantos más pacientes tratemos significa que mejor lo estamos haciendo, por eso las autoridades sanitarias deben concienciarse de que éste es un problema de salud de primer orden y destinar los recursos necesarios para su pleno desarrollo», señala Carmina Díaz.

La jefa de Neurología del Hospital General recuerda que el ictus es la primera causa de incapacidad. Esta técnica se ha llegado a aplicar a personas jóvenes, como una chica de 18 años, que después quedó sin secuelas. «Es sorprendente ver cómo tras aplicar el tratamiento los enfermos mueven los brazos, andan y hasta piden el alta porque se encuentran bien y no llegan a ser conscientes de lo que les ha pasado», explica Nicolás López.

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