«¿Para qué queremos luz a las 6 o las 7 de la mañana? Todo lo que sea sol por la tarde es mejor». Toni Mayor, presidente de Hosbec, tiene claro que el cambio de hora conocido como «horario de invierno» no beneficia al sector. «Que a las 18 horas de la tarde ya sea de noche es quitar una hora de sol al turista», se lamenta. Por tanto, se muestra a favor de una propuesta que vota el Parlament balear: la de mantener el «horario de verano» durante todo el año, y no cambiar dos veces lo que marca el reloj.

Todos los grupos políticos baleares aprueban hoy, por unanimidad, una declaración institucional que reclama «no hacer el cambio de hora previsto para finales de octubre». La propuesta, presentada por los econacionalistas de Més per Menorca e impulsada por el colectivo «Illes amb claror», afirma que la luz solar es «clave para nuestra salud y nuestro estado de ánimo». Entre los principales argumentos de la declaración constan las «repercusiones económicas» (reducción del consumo de electricidad y aumento de las ventas) y, sobre todo, la desestacionalización turística y «por tanto, la disminución del desempleo debido a la ocupación turística durante todo el año». Asimismo, también inciden en que más luz solar fomentaría la práctica de actividades al aire libre, como el deporte.

Mayor asegura que desde Hosbec respaldan la declaración balear «al 100 %». «Hay muchas críticas, y el debate existe; es muy oportuna la propuesta», asegura. «La verdad es que para el sector turístico lo mejor sería que la hora se quede como está», apunta, y añade: «a efectos turísticos nos iría bien».

Oportunidad para reflexionar

Los comerciantes invitan a reflexionar sobre las ventajas y los inconvenientes del cambio horario y ponen el debate sobre la mesa. Desde Covaco (Confederación de comerciantes y autónomos de la Comunitat Valenciana), aseguran que más de una vez han tratado el asunto. «Sería buen momento para estudiar si el ahorro energético se produce y compensa, que es el principal objetivo», explica Amparo Barroso, secretaria general de Covaco. Por ello, invita a «todos los sectores productivos de la Comunitat Valenciana a una reflexión en ese sentido». Ella también cree que la falta de luz solar «retrae» a la gente, pero apunta que en Valencia «la meteorología suma» a la hora de salir a la calle.

En Cecoval (Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano) también opinan que habría que consultar estudios sobre la eficiencia del cambio de hora. «Si se constata el beneficio económico de más horas de sol, sería bueno para el comercio», apuntan sobre la posibilidad de mantener el horario estival durante todo el año.

Desde la conselleria de Economía recuerdan que en este caso, las competencias son del Estado y los husos y el horario están regulados por normativa europea.

Campaña en Cataluña

Desde las Baleares lamentan ser los más perjudicados de España en el cambio horario (por su ubicación, el sol se pone 50 minutos antes que en A Coruña, por ejemplo) y la declaración revive el debate. No obstante, no es la única autonomía que estudia la situación. En Cataluña la Iniciativa per a la Reforma Horaria es un lobby que quiere impulsar un acuerdo y cambios legislativos, como una Ley del Tiempo, para equiparar horarios con el resto de Europa. De hecho, el Parlament catalán ya se plantea la reforma horaria. Por otro lado, el Congreso aprobó en 2013 estudiar una modificación, pero no fue a más.

La efectividad del cambio horario en materia energética depende de qué datos se analizan. Según Bruno Sauer, experto en desarrollo sostenible y cambio climático de la Universidad Europea de Valencia (UEV), «si buscamos un ahorro energético para luchar contra el cambio climático, la medida no tiene impacto», ya que solo se reducen un 0,005 % las emisiones de CO2. Pero, si el cambio de hora es «para conseguir un ahorro energético en ciertas regiones» sí es útil, porque «en las regiones más cálidas no necesitan más calefacción por las mañanas».

Dentro de estos «aspectos regionales», Sauer entiende que las islas Baleares «por sus características climatológicas y económicas no obtienen beneficios, sino más bien impactos negativos» en principio.

Agustín Peralt, doctor en Economía y experto en gestión del tiempo de la UEV, considera que más que debatir sobre la conveniencia o no de cambiar de hora, habría que plantearse los horarios que rigen a la sociedad española, diferentes a los del resto de Europa.

«En España deberíamos discutir más sobre adaptar las jornadas de trabajo para dejar tiempo por la tarde que poder dedicar a la familia o al ocio», considera Peralt, quien asegura que los beneficios se verían en una «mayor felicidad y una mayor productividad», como ocurre en otros países europeos. «Habría que entrar antes, no alargar tanto la hora de comer, y así habría más tiempo libre por las tardes», independientemente de si se cambia la hora o no, apunta.