Más de una década después desde que se firmara el acuerdo para remodelar los accesos ferroviarios a la ciudad, el Ayuntamiento de Alicante pretende dar un nuevo giro al plan para urbanizar los terrenos entre la Estación del AVE y la Vía Parque. La intención es dividir el proyecto en dos. De esta manera, se opta por posponer la intervención en el entorno de la estación ferroviaria y los solares más cercanos al centro de la ciudad para centrarse en la urbanización (un parque y edificios) de la zona donde las vías del tren ya están soterradas. Es decir, entre el anterior paso a nivel de Ausó y Monzó y la Vía Parque. Incluyendo la intervención en la zona del Puente Rojo.

Una infraestructura cuyo futuro, al igual que la ordenación de los terrenos, se decidirá mediante un concurso de ideas. El edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, explica que hay tres alternativas posibles: Mantenerlo tal cual y que el nuevo parque urbano discurra por debajo, eliminarlo (como se contemplaba en el plan aprobado durante el anterior mandato del PP) o mantener sólo la estructura central, sin tráfico, a modo de mirador.

Mientras Pavón se decanta por la primera opción, al entender que es la más económica y garantiza la continuidad de la zona verde, el alcalde, Gabriel Echávarri defendió ayer la tercera de las opciones. En concreto, apuntó que la propuesta pasa por dejar la estructura del Puente Rojo, sin rampas ni tráfico, como un mirador del parque. La Gran Vía discurriría entre esta estructura y el parque, que tendría continuidad por debajo de la carretera.

El acuerdo para dividir en dos el proyecto se concretó ayer, en una reunión entre responsables del Ayuntamiento, altos cargos de la Conselleria de Territorio y Avant. Con la decisión de priorizar la urbanización en la zona donde las vías ya están soterradas y dejar la intervención de la más próxima a la estación del tren (donde se preveía el inicio del parque, se reservaba espacio para la intermodal, bloques de viviendas y una gran torre de 30 alturas para oficinas, comercio y uso hotelero) en «suspenso», el alcalde da por «desbloqueada» la ejecución gran parque central previsto. Al menos en la zona entre Ausó y Monzó y la Vía Parque. Tanto es así que llegó a asegurar que «espero que en 2019 los ciudadanos puedan pasear por el nuevo parque».

De «muy optimista» lo calificó su socio de gobierno y edil de Urbanismo. Pavón recordó que el compromiso es el de iniciar las obras del parque antes de que acabe el actual mandato. Al respecto, señala que el plan debe volver a aprobarse en el pleno, exponerse al público, aprobarse por la Generalitat y someterse a un concurso de ideas para definir el parque, la altura de los edificios y la solución para el Puente Rojo. Con todo, el edil de Urbanismo subraya que con esta división del proyecto se podrá dar agilidad al parque en la zona donde las vías ya están soterradas.

«Vamos a actuar donde podemos actuar», señaló Pavón, en alusión a que en la zona más próxima a la estación «hay que esperar a si se soterran o no las vías o si se traslada». La urbanización se centrará, por tanto, entre Ausó y Monzó y la Vía Parque, con la intención de incluir la urbanización de la zona que linda con Alipark. El parque urbano se sufragará, como admitió Pavón, a través de las plusvalías que se obtengan con la venta de los terrenos, propiedad del administrador de infraestructuras ferroviarias (ADIF), para la construcción de viviendas. De esta manera, la ejecución de la zona verde irá aparejada a la de edificios y el proyecto deberá contar con el visto bueno de ADIF.