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Internet y sus problemas

Los peligros de la red

Alicante es la cuarta provincia que registra más denuncias por ciberdelitos, sólo superada por Madrid, Valencia y Baleares

Los peligros de la red

Los fraudes económicos, junto a las amenazas y coacciones, suponen casi nueve de cada diez delitos cibernéticos denunciados en España durante el último año. En concreto, del total de 60.154 hechos conocidos a lo largo de 2015 -que aumentaron un 20% respecto al año anterior-, los fraudes y los casos de amenazas suponen 50.976 de los hechos denunciados. Luego, a mucha distancia, se encuentran los delitos sexuales, contra el honor y la propiedad industrial o intelectual, entre otros. En este estudio sobre cibercriminalidad en España elaborado por la Subsecretaría de Estado de Seguridad (dependiente del Ministerio del Interior), Alicante roza un podio de dudoso honor, el que se refiere a las zonas con más hechos denunciados. La provincia alicantina se sitúa en cuarto lugar, con 2.802 casos de ciberdelitos denunciados el pasado año, sólo superada por Madrid (10.095), Valencia (con 4.017) y Baleares (3.025). «Delitos bancarios, de compraventa de artículos a través de internet y hechos relacionados con amenazas o delitos contra la integridad moral y la propia imagen través de redes sociales son las principales denuncias que nos llegan hasta la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante. La radiografía es bastante fija, los delitos varían poco con los años, aunque es cierto que están aumentando ante el incremento del uso de internet y de las redes sociales», asegura la teniente jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante. Pese a las investigaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sólo un tercio del total de los casos denunciados acaban por esclarecerse (32,2%), mientras que la cifra de detenciones o imputaciones es aún más baja, rondando el 9% de los casos, según el estudio del Ministerio del Interior. Desde la Comisaría de la Policía Nacional de Alicante subrayan que el porcentaje de delitos «graves» que se esclarecen es «muy alto», llegando al 90%, aunque reconocen que esa cifra baja, y mucho, respecto a los delitos «económicos», ya que «suelen ser cometidos desde el extranjero, lo que dificulta la investigación», explican fuentes de la Policía Nacional. En términos generales, apenas el 9% del total de estas denuncias llega a buen fin desde el punto de vista de las víctimas.

El fraude con fines económicos sigue siendo el «rey» de los delitos cibernéticos, un dato oficial que refrendan desde la española Panda Security, una de las principales empresas especializada en soluciones de seguridad informática. «En los últimos diez años, el 99% de los ataques a los ordenadores tienen un mismo objetivo: conseguir dinero de forma directa, robando datos bancarios o información personal», asegura Herve Lambert, product manager del área de Consumo de Panda, quien subraya que uno de los problemas más habituales y preocupantes para los internautas son los ataques de «ransomware», un programa informático malintencionado que restringe el acceso a determinados archivos del sistema de la víctima y que pide un rescate a cambio de retirar esta restricción. Desde la empresa española recomiendan, para evitar cualquier problema de seguridad en internet, contar con una buena protección, tener actualizado el software, realizar copias de seguridad frecuentes de los documentos y activar el doble factor de autenticidad en todas nuevas cuentas, como redes sociales o correos electrónicos. «Los virus y otras amenazas no dejan de crecer de forma exponencial. En nuestra empresa detectamos unos 250.000 ataques diarios de media, lo que supone unos 92 millones al año. Para verlo en perspectiva, hace apenas 15 años, sólo conocíamos unos 25 millones de ejemplos de software malicioso» apunta Lambert, desde la empresa Panda Security.

«Ha sido víctima de un fraude»

Y es que los piratas informáticos, los conocidos hackers, se han convertido en una versión actualizada de los clásicos ladrones. «Hemos pasado del típico robo en el cajero automático a los fraudes en internet, un mundo a veces demasiado desconocido», señala Javier Serrano, director de IT Control & CISO del Banco Sabadell.

Las entidades bancarias, ante los millones de ataques dirigidos hacia sus clientes, han implementado dos tipos de medidas de seguridad: las visibles, como las tarjetas de claves para acceder a la banca on line y, la invisible, las que permiten ofrecer seguridad sin que el cliente lo perciba como una molestia, y es que a estas alturas más de 70% de las operaciones bancarias ya se realizan a través de dispositivos electrónicos. «Ahora, en torno al 95% de los intentos de fraude de cuentas bancarias ya los detectamos antes de que el propio cliente se entere. La seguridad invisible es más efectiva y sobre todo influye menos en la usabilidad», continúa Serrano. En esta línea, cada vez resulta más habitual que un usuario reciba una llamada de un departamento del que incluso desconocía su existencia en la que le avisan de un posible delito cibernético. «Hemos detectado una compra sospechosa, por el artículo adquirido y por la hora en la que se tramitó la operación». Así suele comenzar una conversación entre el cliente de la entidad y uno de los empleados del área de seguridad ante una alerta por un fraude económico. «¿Compró usted ayer un videojuego a las cuatro de la mañana?», pregunta entonces la trabajadora al cliente, antes de continuar con su argumento: «Es que nos extraña, porque usted no habitúa a comprar esos productos ni a hacer operaciones a esas horas...». Efectivamente, esas conversaciones telefónicas suelen acabar con la víctima denunciando un intento de fraude ante la Policía y, posteriormente, con la entidad bancaria devolviendo la cantidad «sustraída» a su cliente.

Para evitar ser víctima de un fraude económico a través de internet o de un posible caso de amenazas, coacciones o delito sexual, los expertos coinciden a la hora de pedir «sentido común». Es decir, para ponérselo difícil a los «ladrones de la red» basta con dejar a un lado la confianza y aplicar la lógica a nuestra navegación. «¿Es suficiente la contraseña que he puesto?, ¿es necesario dar tantos datos a través de las redes sociales?, ¿qué tengo que tener en cuenta si guardo mi información personal en la nube? o ¿sé qué está haciendo mi hijo en internet?». Éstas son algunas de las preguntas que desde la Oficina de Seguridad del Internauta invitan a hacerse, por ejemplo, para evitar el reciente caso de un menor de Torrevieja que gastó 100.000 euros en Youtube sin el conocimiento paterno. «Hay medidas básicas de autoprotección que dificultan en gran medida la labor de los ciberdelincuentes, como establecer claves de seguridad adecuadas, no abrir correos que se consideren sospechosos o desconocidos, desconfiar de los chollos en las transacciones de compraventa, no fiarse de los ofrecimientos de tipo sexual recibidos por internet o supervisar, acompañar y orientar a los menores en el uso de internet», aseguran desde la Comandancia de la Guardia Civil y de la Comisaría de la Policía Nacional Alicante, desde donde alertan de la proliferación de un nuevo delito sexual a través de internet: sextorsion. «Consiste en acceder a una página de contactos donde, tras ganar la confianza de la víctima, se obtienen imágenes intimas, siendo grabado y posteriormente extorsionado para el pago de una importante cantidad de dinero bajo la amenaza de difundir las imágenes entre sus contactos», explican desde la Policía. Los delitos con un componente sexual, en cualquiera de sus versiones, siguen siendo los que más preocupan a los cuerpos de seguridad. Sobre todo si afectan a menores, como el gromming o el sexting, sin olvidar los casos de acoso en el ámbito escolar, como el ciberbullying o el ciberbaiting.

Hombres, víctimas y verdugos

El último anuario de la Subsecretaría de Estado de Seguridad informa de que los hombres son mayoría entre las víctimas y también entre los detenidos por cometer delitos cibernéticos. En el fraude económico, el 58% de las víctimas son hombres, frente al 55% en casos de amenazas y coacciones y apenas el 33% en delitos sexuales. Sin embargo, entre los menores, la mayoría de víctimas de delitos en general son niñas. Para intentar reducir estos delitos, la Policía y la Guardia Civil organizan charlas en colegios para transmitir los peligros de la red y, sobre todo, del ciberbullying, una de las realidades que más preocupan por las consecuencias en los menores.

En el otro lado, la gran mayoría de los detenidos por delitos en internet son hombres (75%), con el principal pico en delitos sexuales, donde el 97% de los delincuentes son hombres. Por edades, tanto las víctimas como los responsables del delito suelen estar entre los 26 y 40 años, seguidos de la franja anterior de edad, de 18 a 25 años.

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