Ante las críticas interesadas e injustificadas de algunos promotores inmobiliarios, entre los que se encuentra el autoconfeso financiador ilegal del PP y presunto amañador del Plan Rabassa y del Plan General, Enrique Ortiz, contra el Catálogo de Protecciones de Alicante, quiero recordar a esos promotores que ellos ya no deciden sobre la ordenación del territorio de esta ciudad, algo a lo que estaban acostumbrados con los anteriores gobiernos del PP. El Ayuntamiento es el que ahora decide con base en un nuevo modelo de ciudad recogido en el pacto programático que sustenta al actual equipo de gobierno, un modelo que apuesta claramente por la protección del patrimonio cultural, natural y paisajístico de la ciudad, un patrimonio cuya histórica desprotección estamos revirtiendo.

El Catálogo ni clasifica ni califica suelo, simplemente cataloga los inmuebles y espacios merecedores de protección, una catalogación en la que han tenido un papel fundamental los técnicos municipales de las Concejalías de Urbanismo, Medio Ambiente, Cultura y Memoria Histórica. Será el Plan General Estructural, uno de cuyos documentos es el Catálogo de Protecciones, el que defina la clasificación y calificación del suelo de la ciudad teniendo en cuenta, entre otros documentos, un Catálogo que hemos tenido que tramitar, sí o sí, para evitar que quedaran desprotegidos cientos de edificios que el anterior equipo de gobierno del PP propuso proteger en el catálogo que se tramitó con la fallida revisión del Plan General de Alperi y Castedo. Seguramente muchos promotores habrían preferido que quedaran desprotegidos, algo que este equipo de gobierno no iba a permitir bajo ningún concepto.

La catalogación del patrimonio natural y paisajístico es una exigencia que nos impuso la Conselleria de Vertebración del Territorio, que no aceptaba que tramitáramos únicamente un Catálogo del Patrimonio cultural, como era nuestra intención inicial. Desde Conselleria se nos dijo que el catálogo debía tener necesariamente un apartado para el patrimonio natural y otro apartado para el patrimonio paisajístico y a esa tarea nos aplicamos contrarreloj para evitar que decayera la suspensión de licencias que aprobó el anterior equipo de gobierno del PP en relación a cientos de edificios de la ciudad que se querían proteger en un catálogo que nunca se aprobó.

Por otro lado, es falso que hayamos aumentado los entornos de protección de los Bienes de Interés Cultural de las Torres de la Huerta, simplemente hemos trasladado al Catálogo los entornos aprobados en 1997 por el Gobierno Central, ni más ni menos. También cabe señalar que los documentos que a nivel autonómico ordenan el territorio, como la estrategia territorial de la Comunidad Valenciana, tienen un carácter de mínimos que hay que cumplir, siendo potestad de los ayuntamientos el aumentar la protección de su territorio más allá de las directrices autonómicas aplicables. El Catálogo de protecciones cumple a rajatabla todas las directrices que la estrategia territorial de la Comunidad Valenciana establece en materia de protección del territorio y del patrimonio, estando fuera de lugar tener en cuenta en un Catálogo de Protecciones otras directrices de la estrategia territorial, que se abordarán en otros documentos del plan general estructural. El Ayuntamiento de Alicante no está haciendo otra cosa que ejercer sus competencias en materia de ordenación del territorio en base a un modelo de ciudad que estamos llevando a la práctica.

Por tanto, están de más esas denuncias inconsistentes, altisonantes y rimbombantes de fraude de ley, desviación de poder o falta de transparencia, unas denuncias que no escuchamos nunca de boca de esos promotores que ahora ponen el grito en el cielo cuando se tramitaron planes especulativos, opacos y presuntamente amañados como el Plan Rabassa - un plan ilegal por sentencia firme que se tramitó al margen del Plan General - o la fallida revisión del Plan General de Castedo y Alperi. Muchos sectores económicos de esta ciudad vinculados al urbanismo de promotor querrían que este concejal y el grupo municipal del que soy portavoz, Guanyar Alacant, dejaran de tener las competencias sobre el urbanismo de la ciudad, pero muy a su pesar seguiremos trabajando para conseguir una ciudad más habitable, sostenible y respetuosa con su patrimonio obedeciendo el mandato que nos dieron los alicantinos y las alicantinas en las últimas elecciones municipales.