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Deterioro del «viejo» cementerio

La parte antigua del camposanto alicantino presenta un gran abandono

Deterioro del «viejo» cementerio

«Como decorado para una película de miedo no está mal». Es la opinión de una alicantina que suele visitar la tumba de su padre en el cementerio Nuestra Señora del Remedio de Alicante, y que denuncia el abandono de la parte más antigua del camposanto a menos de dos semanas de que miles de personas acudan a adornar las sepulturas de parientes y amigos con motivo de la festividad de Todos los Santos. Lo cierto es que en un paseo de 15 minutos por la calle San Antonio y adyacentes, muy cerca de la puerta principal, llama la atención el mal estado de las galerías de nichos, llenas de grietas y partes que se han perdido, y de sepulturas rotas, dejando el hueco a la vista. Una imagen que se repite en las tumbas que están en el suelo. Hay bastantes con las lápidas partidas. En esa zona se localizan algunos de los elementos funerarios más representativos del recinto, que cuentan además con una protección integral.

«Dar una mano de cal a las fachadas de las galerías tampoco cuesta tanto», afirma Mari Carmen Brotons, visitante asidua del recinto. Hay personas mayores que piden a sus familiares ser enterradas cuando fallezcan en la parte nueva al ver cómo la antigua se cae a trozos. Algo que es literal puesto que, tras la lluvia de las últimas horas, se veía cómo se desconchan y desprenden zonas de pared próximas al suelo.

Otro problema es la falta de tumbas para enterramientos. Para paliar este déficit, el Ayuntamiento está construyendo 700 nuevos nichos en la parte nueva. Sobre los antiguos, trabajadores de mantenimiento explicaron que hay bastantes que se alquilan por cinco años y que después se notifica a las familias el fin del arrendamiento por si quieren comprarlo. Si lo rechazan, los restos se guardan en cajas temporalmente, y si la familia no los reclama pasan al osario general. En la zona de nichos hay también panteones abandonados, invadidos por la maleza y muy deteriorados.

«La parte nueva está bien pero la antigua parece dejada de la mano de Dios», apuntó otro visitante, José Olcina, que advirtió de los peligrosos hoyos que quedan tras la tala de árboles, «el domingo habían quitado varios y estaba todo aquello sin recoger». Muy cerca de la entrada, hay una calle en la que no han repuesto el arbolado arrancado, pese a la cual esos huecos no están señalizados, y pueden provocar caídas, en una zona frecuentada además por personas mayores. En otras calles llama la atención el mal estado del asfalto y de las aceras, con evidentes diferencias de nivel. Sí hay zonas junto a las lápidas donde se advierte del peligro de hundimiento.

La mayoría opina que falta más personal de mantenimiento. El servicio del cementerio acaba de salir a concurso por 417.098 euros anuales y por un periodo de dos años. Llevaba meses caducado y lo estaba pagando el Ayuntamiento fuera de contrato. Ante la proximidad de Todos los Santos, operarios cortaban ayer el césped en las zonas ajardinadas. Trabajadores de mantenimiento explicaron que ahora el camposanto está tranquilo porque una patrulla policial recorre el recinto todas las tardes, lo que ha reducido drásticamente el robo de cruces y otros elementos metálicos.

El Ayuntamiento tiene en cartera varias inversiones en nichos, columbario y asfaltado, según adelantó la edil Gloria Vara.

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