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La falta de liquidez de los alicantinos les aboca a aplazar el pago de impuestos

Suma autoriza que 115.000 recibos se abonen fuera de las fechas oficiales o en distintos cargos

La falta de liquidez de los alicantinos les aboca a aplazar el pago de impuestos

Las dificultades económicas continúan haciendo estragos a miles de familias alicantinas. Al menos, así se desprende de la Memoria 2015 de Suma, el organismo de gestión tributaria de la Diputación, y de los datos que la entidad difundió esta pasada semana relativos al segundo periodo de pago voluntario de 2016 . En el informe que ha elaborado Suma se recoge, por ejemplo, el número de aplazamientos y fraccionamientos que se concedieron el pasado año en las comarcas alicantinas para el pago de impuestos. En total se aprobaron 105.359 para recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), el de Actividades Económicas (IAE) o las tasas de residuos sólidos, entre otros tributos. Eso, en cuanto al pasado año. Este ejercicio, esas cifras se han quedado incluso cortas. Según la información facilitada por el organismo autónomo de la Diputación, en el segundo periodo de cobro voluntario de impuestos, que finalizó el pasado 3 de octubre, fueron un total de 115.000 los recibos que se fraccionaron. Casi 10.000 más.

Pero, ¿en qué consisten exactamente esas facilidades de pago? En plena crisis económica, y con José López Garrido al frente de Suma, el organismo impulsó varias medidas para ayudar a las familias en apuros. Entre ellas, los aplazamientos y los fraccionamientos. Hasta entonces, los ciudadanos que vivían en municipios con la gestión tributaria delegada en Suma estaban obligados a abonar sus impuestos dentro del periodo voluntario si no querían sufrir recargos. Pero, dadas las consecuencias de la crisis, la entidad quiso ofrecer facilidades de pago. Y muy pronto dieron resultado. En 2009, con la crisis en pleno apogeo, se autorizaron 28.247 aplazamientos y/o fraccionamientos por un importe de 35,3 millones. Esa cifra ha ido in crescendo año tras año... hasta las 105.359 autorizaciones que se aprobaron en 2015 y las 115.000 en el actual ejercicio. Solo el pasado año, el organismo autónomo de la Diputación permitió que 82,1 millones en impuestos se abonaran de manera fraccionada o aplazada.

Y no sólo eso. Junto a este mecanismo de ayuda, Suma también arbitró otro: el plan de pago personalizado. Los alicantinos que lo deseen pueden ponerse en contacto con el organismo de gestión tributaria de la Diputación para pactar cuándo y cuánto pagar. Esta iniciativa también ha tenido éxito desde que se implantó. El año 2010 se cerró con 6.978 autorizaciones, mientras que 2015 se finiquitó con 16.877, más del doble.

Nivel de recaudación

Ya en términos generales, los datos de 2016 han sido especialmente positivos para Suma. Tal y como informó este diario en su edición de ayer, el organismo de gestión tributaria ha cerrado el segundo periodo de pago voluntario con los mejores resultados de recaudación de los últimos nueve años. El incremento de la recaudación ha sido de un punto respecto a 2015, con un porcentaje próximo al 91%. En total, Suma ha ingresado 450 millones de euros, 8,5 más que en el ejercicio anterior.

Suma no solo ha obtenido resultados positivos durante el segundo periodo de pago voluntario. En el primero, y coincidiendo con su reestructuración organizativa, el organismo de gestión tributaria también logró su mejor nivel de recaudación del último lustro.

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