El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, pasó ayer al ataque tras conocerse que cargó al Ayuntamiento de Alicante el billete para acudir a una conferencia en Madrid del entonces secretario general del PSOE y candidato a La Moncloa en plena precampaña a las elecciones generales del pasado mes de junio. «Le digo a Ciudadanos y al PP que si creen que he cometido un delito que ahí está el juzgado», aseguró ayer Echávarri en respuesta a las críticas de la oposición tras desvelarse que había pasado como gastos los billetes de un viaje que finalmente no realizó por encontrarse enfermo. El acto, convocado por Fórum Europa, se celebró a finales de mayo en Madrid. «Se pagó [con dinero público] porque iba como alcalde. También he ido a ver a Joan Ribó [alcalde de Valencia, de Compromís] y a Ximo Puig [jefe del Consell, del PSPV]», apuntó ayer el regidor socialista, quien aseguró sentirse «muy tranquilo».

Tras conocerse el cargo al Ayuntamiento, el PP criticó el pago con «fondos públicos» de los billetes. «No es lógico que los alicantinos sean quienes le paguen al alcalde sus viajes para apoyar al candidato electoral de su partido y que sea él quien se lo pague de su bolsillo», apuntó el edil José Ramón González el pasado miércoles, mientras que Ciudadanos cuestionó las «insuficientes explicaciones» del alcalde. «En este caso el importe es menor [115,8 euros], pero lo importante es tener clara la línea que debe separar los gastos de representación del alcalde como representante de Alicante y los de Gabriel Echávarri como cargo de su partido», afirmó la portavoz en funciones de Ciudadanos, Yaneth Giraldo. Por su parte, Nerea Belmonte (no adscrita y ex de Guanyar) anunció ayer que pedirá por Registro información respecto al viaje de Echávarri porque su argumento es un «insulto a la ciudad. Se creen que los alicantinos son tontos», añadió Belmonte, mientras que el edil Fernando Sepulcre (ex de C's) criticó que el alcalde pase al Ayuntamiento el gasto de un «acto partidista». «Que lo pague el partido», apuntó el concejal no adscrito

Por otro lado, Echávarri se autoimpuso ayer la «ley del silencio» respecto a la posible implantación de Ikea en la ciudad de Alicante al asegurar que la «sobreexposición pública» es lo que «más perjudica ahora mismo» al proyecto. «No voy a hacer ninguna declaración sobre Ikea. A partir de ahora, cuando tengamos algo de forma firme, consolidada y espero que positiva lo anunciaremos. Cierro yo lo que es el debate público porque la sobreexposición, el excesivo debate, perjudica a la ciudad», añadió ayer el regidor socialista, que aún no ha valorado públicamente la última propuesta de Ikea, en la que se proyecta una zona comercial anexa de 40.000 metros cuadrados, un hospital y una ciudad deportiva, entre otros equipamientos. Y no sólo Echávarri guardó ayer un calculado silencio, sino que reclamó que también lo hagan suyo sus socios de gobierno [Guanyar y Compromís] y la oposición, a la que invitó a solicitar por escrito la convocatoria de la comisión municipal de Ikea. «Cuando lo pidan por escrito, no habrá ningún problema», añadió Echávarri