Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las pedanías exigen más vigilancia ante el repunte de la población

Las partidas rurales se sienten las grandes olvidadas de los responsables políticos por las carencias en seguridad

Vecinos de la partida de El Rebolledo, que cada vez registra más población. pilar cortÉS

La «escasa e incluso nula» presencia policial en las partidas rurales, donde cada vez hay más población, triplicándose en verano y aumentando todos los fines de semana por el buen tiempo, lleva a los vecinos a exigir más vigilancia. En las pedanías se vive, aseguran, con una constante sensación de inseguridad, que se ve acrecentada cuando se producen oleadas de robos, intermitentes los últimos años. De hecho, el pasado verano la Guardia Civil desarticuló una red que robó en más de 60 casas de las distintas partidas mientras sus dueños dormían.

Casi 8.000 personas viven habitualmente en las once pedanías alicantinas, entre las que se incluye la isla de Tabarca, según datos del Instituto Nacional de Estadística a 1 de enero de 2015, pero según las asociaciones de vecinos es mucho mayor la población residente, que además en verano se triplica, superando las 50.000 personas entre todas ellas. Tanta población flotante cambia la vida en pedanías como El Rebolledo, Cañada y Moralet, que cada vez se hacen más grandes y aumentan sus necesidades, de ahí que sus vecinos se sientan los grandes olvidados de los responsables políticos. Así las cosas, los propios vecinos tuvieron que crear un grupo de whatsApp para comunicarse, alertar de la presencia de sospechosos o pedir auxilio en una especie de «brigadas antirrobo vía móvil» ante la falta de patrullas.

El Ayuntamiento de Alicante destina 20 agentes de Policía Local para vigilar las partidas rurales. El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, afirma que el dispositivo se va a incrementar aunque no concretó en cuánto. «Estamos hablando con la Subdelegación de Gobierno, que tiene la competencia directa del Estado, y vamos a incrementar el número de agentes en las partidas».

El edil adelantó que se van a establecer una serie de estancias en los locales vecinales de las pedanías donde habrá agentes en horario diurno mientras que para el resto del día se dispondrá una línea telefónica. Para la puesta en marcha de este servicio, que estará señalizado, contarán con Participación Ciudadana.

El Moralet es la partida con mayor censo de población, dos mil personas, aunque en verano superan las siete mil, como muchos fines de semana. Es la más extensa de todas, ya que abarca el 19% del territorio de Alicante, y el hecho de que haya casas muy diseminadas puede haber facilitado numerosos robos. Carlos Herrerías, representante vecinal, explica que la competencia de la seguridad en el Moralet es de la Guardia Civil, que la Policía Nacional también actúa y que la Local sólo acude en caso de accidente de tráfico.

«Pedimos a los vecinos que aunque sean robos pequeños o sólo hayan forzado la puerta que se denuncie ante la Guardia Civil para que quede reflejado en las estadísticas y se den cuenta de que realmente hace falta reforzar la seguridad. Si no se denuncia, es como si no hubiera problema».

El Rebolledo llega a tener también cerca de siete mil residentes en diversas épocas del año y han sufrido oleadas de robos, incluso con agresiones. Los vecinos dicen estar cansados de mantener reuniones con los distintos cuerpos de seguridad y que el problema no se resuelva, explica Miguel Ibáñez, de la asociación Amigos de Fontcalent. Esta partida lleva tiempo reclamando un retén policial en la sede de la junta de distrito las 24 horas, «y que no tengamos que depender de que vengan de Alicante cuando pasa algo». El retén daría servicio a todas las pedanías.

En Cañada, con un censo de 1.400 vecinos, afirman que están «abandonados». «Están robando continuamente», afirma José Vicente Toledo, de la asociación vecinal y de la Plataforma de Partidas Rurales, que se queja del problema de las competencias en materia de seguridad ya que en una parte interviene la Guardia Civil, «de vez en cuando se ve un coche», y en la otra la Policía Nacional, «que se les ve pasar patrullando cada ocho o diez meses», afirma.

Compartir el artículo

stats