El AVE se lleva su pedazo de pastel. Los extraordinarios datos de tráfico que ofrece este año el aeropuerto de Alicante-Elche, gracias al turismo extranjero, no han podido ocultar la «sangría» que ha provocado el AVE en el corredor aéreo Alicante-Madrid, que ha terminado perdiendo 750.000 pasajeros al año debido al empuje del tren de alta velocidad (once servicios diarios), y al hecho de que las compañías aéreas han reducido su programación a algo testimonial y con horarios que se adaptan a los horarios de conexión con los vuelos transocenánicos que aterrizan y despegan del madrileño Adolfo Suárez.
La programación de vuelos entre Alicante y Madrid deja hasta cinco horas sin enlaces la terminal durante las tardes. En estos momentos son dos las compañías que cubren el trayecto con aviones de no más de cien plazas, Iberia/Air Nostrum y Air Europa. La primera con ocho vuelos al día, cuatro de ida y cuatro de vuelta, y la segunda con cuatro enlaces pero poco operativos: las salidas de Alicante son a las 12.25 y 20.20 horas, y desde Madrid a las 8.25 y 16.05 horas. Lejos quedan los tiempos en que el corredor aéreo entre Alicante y Madrid llegó a tener hasta 12 enlaces diarios en cada sentido al coincidir Iberia, Vueling, Air Europa y Ryanair.
La reaparición de Air Europa en junio de 2015 para plantar cara al AVE en Alicante con dos vuelos diarios terminó siendo un revulsivo para Air Nostrum, que mejoró sservicio, frecuencias horarias y puntualidad, pero año y medio después, y pese a que hay demanda, el efecto ha desaparecido porque los precios, que empezaron siendo bajos, tampoco acompañan. El arranque del AVE tuvo un efecto demoledor al provocar la pérdida de 300.000 pasajeros con Madrid en un año que al final se ha saldado con un descenso total de 750.000 usuarios/año. Entre enero y agosto de este año 185.850 pasajeros han volado entre Alicante y Madrid, de un total de nueve millones de usuarios.
Por otro lado, la progresiva retirada del aeropuerto provincial de las compañías aéreas nacionales, entre ellas la desaparecida Spanair, la competencia del AVE y el nulo interés de las aerolíneas extranjeras por apostar por el tráfico doméstico (la potente Norwegian lo estudió pero de momento lo ha aplazado), han provocado que la provincia se haya quedado en los dos últimos años prácticamente sin enlaces nacionales. En estos momentos, la oferta de vuelos dentro del país es testimonial. El Altet sólo tiene enlaces todo el año con Madrid, Barcelona, Sevilla, Santiago y Bilbao, y cada día más desactivados, al margen de los clásicos enlaces con Baleares y Canarias, vinculados al turismo. Solo en los dos meses fuertes del verano (julio y agosto), la terminal suma algunos enlaces nacionales como Oviedo, León, Burgos y Santander. En principio, en el inicio de la temporada baja (1 de noviembre) siguen los de Asturias y Santander.
La situación que se ha generado en El Altet tras la progresiva eliminación de los destinos nacionales, paliada para el sector turístico gracias al mercado internacional, ofrece imágenes tan surrealistas como ver todos los días a pasajeros embarcando en un vuelo con destino a un punto remoto de Noruega o del Reino Unido y, sin embargo, no poder volar a ninguna capital autonómica al margen de Barcelona y Madrid, Sevilla, o cualquier otra ciudad, a excepción de Bilbao, y Santiago de Compostela. Muchos de los destinos suprimidos tenían una ocupación media del 90%, pera estaban vinculados a las subvenciones económicas que recibían las compañías. Desaparecidas éstas, se acabó el servicio. El tráfico nacional apenas supone un 5% de la oferta de enlaces de un aeropuerto conectado con 100 terminales de toda Europa. Anteayer, la española Vueling anunció nuevos enlaces con Birmingham, Manchester, Zurich y Edimburgo.
