«Adolescente en casa, 5 años de trinchera» es el título del video libro que presentará el viernes en el Club INFORMACIÓN. ¿Realmente son sólo cinco años de batalla?
Como mínimo son cinco, luego se puede alargar según las características de la familia y del chico. Pero cinco años son los más complejos y coincide con Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos. Tiene una distribución en campana, no es lineal. Hay años muy complicados y difíciles, aunque depende del chico y su personalidad, pero nadie se puede esperar no pasar por esa etapa cuando tiene un hijo adolescente.
Ponerse en plan sargento no sirve y tampoco ser amigo de tu hijo, ¿cómo se lidia entonces con un adolescente?
Siempre le digo a los padres que no pueden ser amigos de sus hijos ni ir de colegas. El padre y la madre son la figura de amor más importante para ellos, de autoridad y de seguridad. Los padres son quienes más quieren a sus hijos y también los que más les amargan cuando no les dan lo que piden o no les compran lo que ellos quieren. Pero esa es la función parental. En la adolescencia la estrategia fundamental es negociar, porque ya tienen voz, voto, criterio y gusto, que aunque no es maduro es el suyo y hay que escucharles. Para negociar hay que escuchar y ceder, tanto el adulto como el adolescente. Esa es la regla, aunque hay chicos con los que es difícil, porque son primarios, rebeldes, no quieren negociar y siempre para ellos es todo o nada.
En estos chicos influirá cómo se les haya educado desde pequeños.
Sí, el adolescente tiránico está asociado a una educación sin límites. Si no hay normas ni pautas desde pequeños, cuando llega la adolescencia quieren estar sin límites de horario, de entrada, de salida... por eso hay ahora adolescencias tan complicadas y padres que sufren mucho.
¿Cómo mantener el control de los amigos de tus hijos si en las redes sociales se relacionan con completos extraños?
Una cosa son los amigos virtuales y otra los reales. Debemos siempre conocer a los reales y a los virtuales hay que supervisarlos. Es interesante que los padres accedan a que sus hijos se den de alta en una red social y que te acepten como amigo. Debe ser una condición porque nunca sabes detrás de un perfil quién puede haber. Igual que en la vida real les enseñamos a no ir con desconocidos o no abrir la puerta si están solos, hay que darles instrucciones para la vida virtual. En cuanto a sus amigos reales, es importante que los conozcas y la mejor manera es permitiendo que vengan frecuentemente a casa.
¿Son los adolescentes actuales más problemáticos que los de hace unas décadas?
La adolescencia es más problemática, pero no tanto por el ciclo evolutivo, sino por el contexto social. Hace 40 años los adolescentes también queríamos volver más tarde, no queríamos entrar en casa, vestirnos como quisiéramos, discutir, opinar... el proceso evolutivo era el mismo. Pero hace 40 años había un contexto familiar y social de contención. Además, se iba al unísono, lo que decía la familia, lo respaldaba la escuela y la sociedad. Y a la inversa, cualquier adulto en la calle era autoridad. Actualmente hay una pluralidad de criterios en todas las familias y colegios. La familia es la última responsable en la educación. Antes la escuela y la sociedad educaban y ayudaban a los padres. Incluso los vecinos eran autoridad y educaban. Hoy en día no te atreves a decir nada al hijo de un vecino porque te plantan cara o incluso los padres se quejan. La familia hoy está más desprotegida a la hora de educar y los adolescentes al tener menos contención se desbordan. Además de que llevamos un par de décadas creciendo en una mayor permisividad y eso trae consecuencias.
¿El bullying por ejemplo?
Sí, y también un aumento de la violencia de padres a hijos. Cada vez hay más denuncias y los centros de menores cada vez se llenan más porque los padres ya no son autoridad. Los hijos se desbocan y debe ser una autoridad mayor la que les reconduzca.
¿A qué cree que obedece el aumento de la violencia de género entre los adolescentes?
Hay varios enfoques, por falta de autoridad o al contrario, por una autoridad muy rígida. Yo me inclino por un contexto grande de permisividad. Esas chicas necesitan una contención, alguien que de alguna manera les dirija. De todas formas falta hacer muchos estudios. Como he dicho, hay pluralidad de educación y habría que ver qué familia hay detrás de cada caso.
