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Alfonso Rodríguez. Presidente de la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de Alicante

«Duele que la enfermedad mental no se trate al mismo nivel que otras patologías»

Ocho años lleva Afema batallando con la administración valenciana para que les pague de forma puntual

«Duele que la enfermedad mental no se trate al mismo nivel que otras patologías»

Los trabajadores de Afema llevan ya más de una semana en huelga indefinida por no cobrar sus salarios íntegros desde hace cuatro meses debido a los impagos del Consell. ¿Cómo afecta esta situación a la asociación?

Repercute a toda la actividad interna de la asociación. Desde febrero venimos advirtiendo a la administración de que esto podía ocurrir. Son ya muchos años en esta situación, debido al tipo de contratos que hemos tenido para gestionar el Centro de Rehabilitación e Integración de Enfermos Mentales (Cris). Además tenemos el agravante de que estamos sin contrato de gestión porque finalizó en diciembre y aún no se han sacado los nuevos pliegos. Si al menos hubiera un vínculo legal con la administración, podríamos negociar con el banco un adelanto de cantidades. Ahora no hay entidades que nos financien.

¿Tiene riñón la asociación para aguantar mucho más tiempo así?

No, no hay ninguna ONG pequeña que aguante esto. Gestionamos un Cris y un centro de día que da servicio a 90 personas, 20 de ellas con comida diaria. Los ingresos por gestión son 65.000 euros. Multiplica eso por 12 y piensa qué asociación se puede mantener sin cobrar ese dinero. Además de la tradición larga de que no te pagan, están los intereses que pagas porque te financie un banco. Por otro lado, si no estás al corriente de pagos con la Seguridad Social e IRPF no puedes concurrir a otras subvenciones, sea de la administración autonómica, central o local.

¿Cuánto tiempo pueden aguantar así?

Nos estamos planteando todo. No se descarta nada. La situación es angustiosa, los trabajadores tienen un límite que la administración ha llevado hasta el fina. No sabemos de dónde sacar el dinero. Entendemos la situación de los trabajadores porque lo sufrimos en nuestra salud y en nuestros ingresos. Hemos llegado a solicitar préstamos personales para sacar adelante un mes. Esta no es forma de vivir y aguantamos porque atendemos a las personas con enfermedad mental y en esta comarca, además de los sanitarios ,no hay recursos para las personas con trastorno mental grave. La administración no ha medido el alcance de lo que supone esta política.

¿Qué medidas plantean tomar?

Los siguientes pasos están en función de muchas cosas. No descarto una medida de presión por parte de la junta directiva, pero ya se irá concretando.

¿Cómo están viviendo los socios y sus familias esta situación?

Con mucha angustia. Tenemos muchas cartas y conversaciones de gente que cree que peligra la atención a sus familiares. En este sentido, quiero tranquilizarles. No sé si la administración tiene planes alternativos, pero hasta el último momento prestaremos los servicios que tengamos que prestar. Lo que no se sabe es si en el futuro seguirá siendo Afema u otra asociación la que lo haga, pero la administración tiene la obligación de atenderles y no se puede lavar las manos.

¿Se han planteado disolverse como asociación?

No lo hemos planteado. Estaremos trabajando hasta el final, pero tiene que ser con garantías. Cada día que pasa no nos vale que nos prometan cosas. Les hemos dicho que queremos que se pague a mes vencido. La cantidad que nos adeudan dentro del cómputo global es irrisoria y nos da que pensar que la enfermedad mental, al margen de todos los anuncios, para alguna conselleria como la de Igualdad no es igual que otras patologías y eso nos duele más. En este país hay enfermedades de primera categoría, de segunda y de tercera.

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