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La restauradora de la tribu Penalva

Gema Penalva Iribas y Asunción Penalva Verdú, en el restaurante que tiene la primera en Canalejas 9. josé navarro

Gema Penalva Iribas nació en Alicante en 1981. Estudió en el colegio Calasancio, en el instituto Jorge Juan y en el Centro de Turismo de Alicante.

«Empecé con 15 años a hacer tartas en mi casa. Estudié informática, pero decidí que quería ser restauradora. Cuando se lo dije a mi madre, se alegró: "¡Qué bien, restauradora de muebles!", dijo. Pero cuando se lo aclaré se disgustó mucho».

Trabajó de cocinera en varios restaurantes (Dársena, Hotel Amérigo, Hotel Villa Venecia, de Benidorm), antes de abrir en marzo de 2012 el Restobar Gema Penalva, en Canalejas, 9. «Me habían ofrecido trabajo fuera de España y mi madre se volvió loca buscando locales, para que no me fuera. Hasta que lo encontramos. No quería ponerle mi nombre porque si envenenaba a alguien tendría que cambiar de nombre o irme al extranjero, pero mis padres me convencieron», bromea.

Los bisabuelos paternos de Gema se llamaban Antonio Penalva Davó y Antonia Pacheco Tristán. Vivían y se casaron en Crevillente, donde había nacido él (ella era natural de La Algueña). Tuvieron cuatro hijos: Antonio, Vicente, Pilar y Argentina Penalva Pacheco.

Antonio Penalva Davó se dedicaba al transporte, como sus antepasados. Cuando venía a Alicante, visitaba el bar La Parra, situado en la avenida Maisonnave, donde solían reunirse los camioneros. Allí se establecían relaciones laborales: se hacían contratos de negocios y se buscaba trabajo. Una de las veces salió del bar con un contrato para transportar plátanos de Betancourt (Canarias), desde el puerto de Alicante hasta Madrid.

Decidió venirse a Alicante con toda la familia. Era el año 1955. Alquilaron tres casas juntas en la avenida de Aguilera, con un garaje donde guardar los camiones de la empresa Antonio Penalva, en la que también trabajaban los hijos varones. En una de las casas vivían Antonio y Antonia con sus hijas: Pilar, que poco después se casó y se volvió a vivir a Crevillente, y Argentina, que se casó años después con José Poveda, con quien tuvo dos hijos. Otra casa estaba ocupada por el mayor de los hijos, Antonio, que se había casado en Crevillente con Isabel Puig y ya tenían una hija: Isabel, nacida el año anterior. En Alicante tuvieron tres hijos más: Antonio (1956), Julio (1959) y M.ª Jesús Penalva Puig (1967). Y en la tercera casa vivía el otro hijo varón, Vicente, que se había casado también en Crevillente, poco antes de venir a Alicante, con Asunción Verdú Alfonso. Aquí tuvieron cinco hijos: Asunción (1956), Vicente (1957), Amparo (1961), Clemente (1965) y Juan Penalva Verdú (1967).

En 1959, como los camiones de la empresa eran más grandes y no cabían en el garaje, las tres familias se trasladaron a la calle General Lacy, esquina Pintor Cabrera, donde ocuparon tres de los seis pisos del edificio, además del amplio garaje que había en los bajos. «Éramos como una tribu -explica Asunción Penalva Verdú-. Hablábamos en valenciano, pero yo pensaba, siendo niña, que fuera de nuestra casa todo el mundo hablaba castellano, como en el colegio. Cuando mi madre me mandaba a comprar a la tienda de la Juanita, en la avenida de la Estación, señalaba lo que quería porque no sabía explicarme bien en castellano. Muchos años después, me enteré de que la Juanita también hablaba valenciano».

Antonio Penalva Davó cedió la empresa de transporte a sus hijos Antonio y Vicente unos años antes de morir (1982). Cuando en 1989 abandonaron el edificio de la calle General Lacy, hacía ya unos años que los hermanos Penalva Pacheco habían dividido la empresa en dos. Trasladaron sus respectivas empresas (llamadas como ellos: Antonio Penalva y Vicente Penalva) al Pla de la Vallonga, pero en locales contiguos.

Con el paso del tiempo, la empresa Antonio Penalva pasó a manos de Antonio Penalva Puig, y la empresa Vicente Penalva fue heredada por Vicente Penalva Verdú, nietos ambos del crevillentino fundador de la empresa originaria.

Vicente Penalva Verdú se casó con Ana Climent y tienen un hijo: Vicente. Su hermana Asunción acaba de jubilarse; era profesora de Educación Física y está soltera. Amparo es administrativa en la UA, está divorciada y tiene un hijo: Pau Mena Penalva. Clemente es profesor de Sociología en la UA y tiene una hija, Angela, con Susana Moreno. Juan es bombero y tiene dos hijos, Samuel y Paula, con Pilar Robles.

Antonio Penalva Puig se casó con Marisol Iribas Sellés y tuvieron dos hijas: Gema (nuestra entrevistada) y Soledad (nacida en 1982), que trabaja de enfermera en el hospital Medimar, está casada con Francisco Cantó y tiene una hija, Ana, que nació el año pasado. Antonio y Marisol se divorciaron, y ambos volvieron a casarse. Antonio lo hizo con M.ª José Martín, con quien tuvo en 1993 un hijo, Antonio, que estudia oposiciones para Policía Nacional y trabaja con su hermana Gema.

Isabel Penalva Puig trabaja en la empresa de transporte de su hermano, se casó con Tomás Fernández y tiene un hijo: Tomás. Su hermano Julio tiene un kiosco de prensa en el centro comercial Venecia y tiene una hija, Mar, con Carmen Lozano. Por último, M.ª José Penalva Puig es copropietaria de una empresa de exportación de calzado, está casada con Manuel Fernández y tiene un hijo: Jorge.

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