A Cindy Domensino, con un hijo en segundo de Secundaria y otra hija en cuarto también de ESO, la «broma» del banco de libros gratuito le ha salido por más de 1.000 euros. Es una más de las madres que han reclamado y que culpa a la Administración educativa de precipitación y falta de organización. Se había implicado dentro de la AMPA en la entrega de los textos gratuitos y una vez que ya se habían entregado todos los posibles, viendo que no llegaban, se les informó de que debían costearse prescisamente los de los cursos que cambiaban con la Lomce. A Cindy le ha tocado por partida doble cuando pensaba que «lo único bueno era que mi hijo iba a poder usar los libros de mi otra hija». Eso sí los dejó todos en el centro. «Ha faltado mucha información y perjudica a muchos padres como yo», concreta. La falta de libros con el arranque del curso fue tan generalizada que la noticia fue un instituto que logró entregar el lote casi completo, a falta ta sólo de los textos de idiomas. Ahora el Síndic, al mes del inicio de las clases sin que el tema se haya resuelto, ha tomado cartas en el asunto. Los ayuntamientos tampoco se han volcado en redistribuir los libros sin repartir de los centros concertados objetores.