Es una de las revoluciones en el campo de la estética. La cirugía genital está viviendo un aumento imparable, de la mano de las nuevas tendencias sociales.

«Siempre digo que en el momento en el que la mujer se rasuró comenzó a darse cuenta de lo que tenía ahí abajo y a preocuparse por su apariencia», señala el doctor Pérez de la Romana. En la imparable demanda de estos tratamientos también influye «el hecho de que la mujer actualmente cambia más de pareja, lleva ropa más ceñida y practica deporte con más regularidad, por lo que se preocupa más de su apariencia cuando tiene que desnudarse delante de más mujeres, por ejemplo en un gimnasio».

Una de las intervenciones más demandas en este terreno es la labioplastia, la reducción de los labios vaginales, que también se puede realizar con técnicas mínimamente invasivas como el láser, según se ha puesto de manifiesto en el simpósium celebrado ayer en el Instituto Pérez de la Romana. Otras técnicas muy solicitadas son el blanqueamiento genital, el lifting púbico o la vaginoplastia.

Problemas que trascienden lo meramente estético. «A nosotros han llegado pacientes con verdaderos complejos de no poderse poner un bikini e incluso de sentir dolor al sentarse».