Un desfile de moros y cristianos y una mascletà centrarán los actos programados el domingo con motivo de la salida del primer buque con el que la naviera Pullmantur estrena su puerto base en la ciudad de Alicante.

A las 13 horas comenzarán los actos con la recepción de autoridades en la Terminal de Cruceros del Puerto de Alicante, quienes ofrecerán unas palabras a bordo del crucero «Zenith», el primero que estrena la citada base de operaciones.

A las 17 horas está previsto un desfile a cargo de la Federación Alicantina de Moros y Cristianos. Para terminar, a las 18 horas se lanzará una mascletà, disparada por la pirotecnia Ferrández, coincidiendo con la salida del buque hacia su ruta por aguas del Mediterráneo.

Con esta naviera, el Puerto de Alicante vuelve a convertirse después de muchos años en puerto de salida para los cruceros. Pullmantur subirá a bordo del «Zenith» a cerca de 4.000 pasajeros a los que se unirán otros 5.000 que ya están a bordo procedentes de Málaga. Desde la provincia el buque partirá a Civitavecchia (Roma), Livorno (Florencia), Villefranche (Mónaco) y Málaga en un periplo de ocho días que finalizará de nuevo en Alicante.

Dado el éxito de este crucero, Pullmantur ha decidido que el próximo año no solo repetirán la ruta «Leyendas del Mediterráneo» en los meses de otoño, sino que ampliará su oferta con cuatro embarques en primavera.

Uno de los barcos saldrá en abril, el «Waterland», una novedad consistente en una ruta única y exclusiva dirigida a los amantes de la música tecno que tiene una duración de ocho días y con paradas en Málaga, Tarragona, Palma de Mallorca e Ibiza. Otro de los cruceros que embarcará desde Alicante, el llamado «Rumbo a las islas griegas», es un itinerario que recorre el Mediterráneo durante nueve días en el mes de mayo hasta Atenas y que incluye paradas en La Valeta (Malta), Santorini y Mikonos.

Una actividad en aumento

Está previsto que este año lleguen al puerto de Alicante 55 cruceros con cerca de 108.000 pasajeros abordo, unas cifras superiores a las de 2015, año en el que no se superaron las 100.000 personas.

La mayoría de pasajeros que llegan en barco a Alicante optan por quedarse en la ciudad, bien por libre o contratando alguna de las excursiones que ofrecen los mayoristas, como las que visitan el Castillo o las zonas comerciales de la ciudad. Sin embargo, también hay turistas que se desplazan hacia otras zonas de la provincia, como Elche o Benidorm.