«No es un rumor. Es una realidad que está en el programa electoral». Ésta es la respuesta que dio el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, a la pregunta formulada por el representante jurídico de los centros concertados, Andrés Muñoz, sobre la no renovación de los conciertos de Bachillerato cuando haya plazas libres públicas, ha encendido las alarmas en el sector que ya prepara movilizaciones.
«Agradecemos que lo digan tan claro, aunque no nos parece ni justo ni correcto. Hay que convocar a los órganos internos y las juntas provincial y autonómica, y ver qué hacemos», dijo Muñoz. El secretario autonómico, por su parte, añade que no se limitó a recordar el programa electoral, sino que tendió la mano ofreciéndose a recibir propuestas sobre los criterios que determinarán las aulas que no se renuevan.
Mientras se reúnen los representantes de la patronal de centros concertados, la recién reelegida presidenta autonómica por los padres de alumnos, Julia María Llopis, asegura que no va a esperar al borrador de la nueva orden de conciertos, ni mucho menos al arreglo escolar o planificación del nuevo curso escolar.
Demanda
«Hay que convocar a los presidentes y salir a la calle porque por poco que no se concierte, los padres deben tener bien claro que no podrán elegir el centro público si quitan el concierto de Bachillerato a sus hijos. Tendrán que ir a las plazas que queden en la pública, donde si hay vacantes es porque no tienen demanda», aprecia esta representante.
En opinión de Llopis «Marzà ha declarado de nuevo la guerra a la enseñanza concertada y saldremos a la calle siempre que Escuelas Católicas -la patronal- lo respalde. Este conseller se puede cargar un trabajo de más de 20 años que supone una fuerte demanda de las familias, además de que supondrá despidos de profesorado», afirma.
Desde el departamento de Marzà aseveran que «ayer sólo escuchamos a Escuelas Católicas».
Pero el mensaje que se trasladó tras la reunión con Educación por parte de Escuelas Católicas fue meridiano, y el sindicato mayoritario, FSIE, ha empezado a echar cuentas sobre el número de alumnos de centros concertados que podrían verse afectados si se cumple la máxima del programa electoral en el que se contempla que «siempre que haya plazas públicas suficientes no se concertará en los niveles no obligatorios», como son Bachillerato y FP.
Los datos aportados por el delegado del sindicato, José Gabriel Alfonso, en función de la escolarización de 2o15-16,- -los últimos disponibles-, apuntan a la «posible supresión de 8 aulas concertadas de Bachillerato el curso que viene y otras tantas el siguiente sólo en la ciudad de Alicante, y otras tantas en la de Elche».
Con la suma que extrapola el sindicato hacia el resto de localidades de la provincia, y aplicando las ratios mínimas fijadas entre 28 y 30 alumnos por aula acordadas por la dirección territorial de Educación según cada población, FSIE computa más de una veintena de aulas y 600 alumnos por curso que se pueden ver afectados, amen de medio centenar de puestos docentes.
«El concierto en Bachillerato da más opciones de elección sin mayor coste para la administración. La posibilidad de la no renovación de conciertos nos lleva a hacer un llamamiento por un pacto educativo, para que quede clara la obligatoriedad de la enseñanza desde los 0 a los 18 años», subraya. «Desmontar los conciertos implicará menor libertad , más impuestos y limitación en la igualdad de oportunidades, lo que es especialmente grave porque ataca los derechos de los alumnos y los padres», concluye.
