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Rafael Bernabeu. Director médico del Instituto Bernabeu

«Muchas veces se oculta que un embarazo a los 48 años ha sido por donación de óvulos»

«Muchas veces se oculta que un embarazo a los 48 años ha sido por donación de óvulos»

El Instituto Bernabeu reunió días atrás a los mayores expertos en el campo de la infertilidad en un congreso de carácter internacional. A tenor de lo expuesto en este encuentro, ¿hacia donde van los tiros de la investigación?

Una de las principales líneas de trabajo es la de seleccionar los embriones para, sin disminuir la probabilidad de embarazo, eliminar los embarazos múltiples. Estas técnicas también permiten disminuir el número de abortos. Y es que antes de transferir el embrión se toma una muestra del mismo para conocer su dotación cromosómica, lo que permite transferir un embrión con las máximas posibilidades de éxito y eliminando la posibilidad malformaciones cromosómicas que dan lugar a abortos o enfermedades. Otra de las novedades es que se ha visto que la genética del ovario no es igual en todas las mujeres, lo que condiciona la respuesta a la medicación. Así, antes de iniciar el tratamiento se puede tomar una muestra de ADN de la mujer y así y sabemos cuál es el fármaco más adecuado y la dosis óptima.

Cada vez la mujer se espera más para quedarse embarazada. ¿Qué esperanzas encierra la ciencia para luchar contra el tiempo?

Hay una serie de líneas de investigación que van encaminadas a intentar prolongar la vida fértil de la mujer. Hay que tener en cuenta que la mujer nace ya con toda su reserva de ovocitos, la cual se empieza a liberar en la etapa adolescente. Por tanto, hay una reserva limitada en tiempo y calidad. Además, los mejores óvulos se liberan a edades tempranas y por tanto, las chicas jovenes tienen menos riesgos de anomalías. Al prolongarse la edad de la maternidad muchas mujeres tienen una reserva ovárica disminuida. Las líneas de investigación van por prolongar la vida fértil de la mujer estimulando el desarrollo de ovocitos que de otra forma se perderían. Otra línea es extraer pequeños fragmentos de ovario y ponerlos en cultivo para reactivar su desarrollo y después se vuelve a trasplantar a la mujer para que dé lugar a ovulaciones.

Al margen de los avances científicos, las mujeres tendremos que hacer algo, ¿qué nos aconseja?

Que tengáis una buena información y que tengáis claro que una mujer sana sin enfermedad con 40 años sólo tiene un 5% de posibilidades de embarazo y la mitad acabará en aborto. La reserva ovárica es un bien escaso y hay que tener claro que a partir de 36 años empieza a declinar y a partir de 39 es dramático. La posibilidad de congelar los ovocitos antes de los 38 permite prolongar el periodo fértil. Es necesaria una labor educacional a la población. Los científicos estamos intentando prolongar la edad, pero no es la panacea y son tratamientos muy sofisticados que se reservan para situaciones límite. Lo mejor es un embarazo natural.

¿Por qué cuesta tanto mentalizarse de que es necesario congelar los óvulos?

Existe un falso triunfalismo. La gente oculta que la mayoría de embarazos a los 48 ó 50 años son por donación de óvulos. Es muy decepcionante cuando las mujeres vienen a la consulta con 40 y les explicas que las posibilidades de embarazo son muy bajas. Se quedan en estado de shock.

¿Qué le parece el caso de la médico gallega que va a ser madre con 62 años?

Una salvajada medicamente hablando. No tiene justificación. La maternidad es más que gestar y parir. Después hay que prestar cuidados a los hijos. El de esta mujer es un embarazo de altísimo riesgo que puede dar lugar a problemas que causen secuelas neurológicas en el niño. También hemorragias severas para la madre. Y por muy juvenil que se encuentre la mujer, su expectativa de vida no le va a permitir cuidar a los niños.

La pasada semana también conocimos el nacimiento del primer bebé con 3 ADN, ¿qué supone este avance? ¿En España está contemplada esta técnica?

El avance es importantísimo y es definitivo para enfermedades del ADN mitocondrial, pero son muy infrecuentes. En España puede haber 60 ó 80 personas con estas patologías, que son muy raras, normalmente incompatibles con la vida o que ocasionan severas malformaciones. El impacto social por tanto en nuestro país es mínimo. Técnicamente es posible hacerlo, pero en España no está permitido.

¿La legislación española avanza al ritmo que necesita la ciencia?

En general sí, aunque siempre es mejorable porque va a remolque de los avances científicos.

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