El arranque, ayer, de la jornada continua escolar en la mayor parte de los colegios públicos de la provincia -el 70% del total-, se saldó con una disminución media de un 20% de niños en los comedores y la marcha a casa de la mitad de los estudiantes, que finalmente no se quedaron a las extraescolares gratuitas hasta las 17.00 horas.
Un portavoz de los directores de centros de Infantil y Primaria subrayó, no obstante, que estas cifras van a ir variando hasta ajustarse a final de mes. En un colegio de tamaño medio, el Enric Valor, los 300 niños que se quedaron a comer el mes pasado han disminuido a 255. En el Mediterráneo, de la playa de San Juan, se quedaron a comer 350 de 500 niños pero, según indican desde el centro «como estaba muy saturado el servicio, lo que se consigue es mejorarlo porque los monitores son los mismos».
«No se pierden comensales con respecto al curso pasado porque el porcentaje de becados ha aumentado un 11%. Más niños reciben al menos la mitad del coste del menú diario, y padres que se los habrían llevado a casa, los dejan a comer», sostiene Miguel Andreu. Y solo la mitad de los que se quedan a comer siguen en extraescolares hasta las 17.00 horas, junto a un tras comer en casa.
Fricción
Es uno de los puntos de fricción que ha provocado el estreno de la jornada continua en la provincia. Las extraescolares de pago. Colegios que ya tenían implantada esta jornada de forma experimental años atrás, quieren mantener extraescolares de pago antes de las 17.00 horas, y muchos otros que la estrenan entendían que también podrían hacerlo.
Sin embargo, una circular de Educación descarta esta opción cuando el horario es continuo, por entender que todas las extraescolares hasta las 17.00 horas en estos centros serán gratuitas. Los padres que no lo entienden así, recogían firmas tanto por internet como en mesas a la puerta de los colegios que ya superan las 2.000, para llevárselas a Marzà y que las permita.
«La inspección nos dice que pidamos oficialmente la revocación de la norma, con lo que se anularían las votaciones y eso no es lo que queremos», se lamenta María Dolores Sánchez.
También en el transporte escolar en poblaciones como Benidorm y Torrevieja existen desajustes con la jornada continua, porque Educación tan sólo admite cambiar los horarios de autobús si hay suficientes niños para recogerlos a las 15.00 horas o 15.30 horas, una vez acabado el comedor, y si la operación no implica mayor coste económico.
Las dos federaciones provinciales de padres de alumnos de centros públicos se posicionan al lado de las familias en ambos casos, y reclaman de la administración tanto extraescolares de pago donde se pidan y organicen por la AMPA, como autobuses para no dejar colgado «a ni un solo alumnos«, como destaca Ramón López, por parte de la FAPA Gabriel Miró.
En los colegios tienen claro que el cambio de jornada ha llegado de la mano de los padres y están por la labor de facilitar al máximo cuestiones puntuales también. Como sucede, por ejemplo, con los casos de custodia compartida. «Se va a admitir que dos semanas recojan a un niño a las 14.00 horas, y otras dos semanas a las 15.30 horas, según venga el padre o la madre», aseguran.
