Uno de cada cinco hogares de la Comunidad Valenciana sigue bajo el umbral de la pobreza aunque la renta media ha frenado su caída por primera vez desde el inicio de la crisis, como recoge la tercera edición del Informe anual de coyuntura «Análisis y perspectivas Comunitat Valenciana 2016», elaborado por el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana.

El coordinador del Observatorio, Enrique Lluch, director del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH), comentó ayer que en esta edición se observa que algunas cifras macroeconómicas, como la renta media, mejoran por primera vez desde el inicio de la crisis, pero resaltó, como indica el informe, que «los sectores más desfavorecidos no parecen estar aprovechándose de esta mejora».

Lluch indica, en un comunicado, que esto es así «porque se incrementan las desigualdades en la distribución de esta renta y se mantienen la intensidad e incidencia de la pobreza». En el observatorio colaboran la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, las Cáritas diocesanas de la Comunitat Valenciana y la Fundación Foessa.

El estudio analiza la renta media de que disponen los hogares, teniendo en cuenta su tamaño y composición, que frena por primera vez su caída desde 2007, pero con una pérdida acumulada hasta 2014 del 8 por ciento nominal y del 18,5 por ciento real. El colectivo más desfavorecido en materia de renta es el de los jóvenes, entre los que la caída acumulada de renta ha sido del 30 por ciento en términos reales, pasando de los 17.200 a los 12.000 euros. «Aunque 2014 parece ser el punto de inflexión, éste es el primer año de la serie en el que su renta se recupera ligeramente», ha apuntado Enrique Lluch. En contraposición, están «los mayores de 65 años, cuyas rentas no están sujetas a la dinámica del mercado» y para los cuales «el aumento en 2014 fue del 5 por ciento».

El Informe refleja además que las desigualdades entre los que más y menos tienen se han agudizado entre 2007 y 2014. Así, expone que el 25 por ciento de los hogares con menos ingresos solo controlan el 10 por ciento de ellos, mientras que el 25 por ciento de los que más tienen, controlan el 45 por ciento, es decir, un 350 por ciento más.