Palo tras palo. La Unión Europea ha vuelto a dejar a la provincia fuera de sus planes estratégicos para reordenar el transporte en el Corredor Mediterráneo -básicamente ayudas económicas al Gobierno para que desarrolle los proyectos- al no contemplar subvenciones para el nodo ferroviario de Alicante, que, junto a Elche, forma la tercera área metropolitana de España tras Madrid (eje Atlántico), Barcelona y Valencia, y a la que si se suma Murcia alcanza los 1,7 millones de habitantes a los que responder con una potente red de trenes de cercanías. Bruselas considera, según la documentación remitida al Consell, por encima de Alicante a Sevilla y ciudades europeas con menor censo como Zagreb, Venecia o Bolonia.
Un nuevo olvido que se produce cuando la línea de cercanías Alicante-Elche-Murcia (ocho mil pasajeros diarios y cerca de tres millones al año) está a punto de celebrar, lo hará en 2017, sus «bodas de plata» (25 años) sin haber evolucionado salvo en la comodidad del material rodante. Trenes que siguen circulando, no obstante, en una vía única y sin electrificar.
El área metropolitana Alicante-Elche -unos 660.000 habitantes censados pero con una población real mucho más numerosa debido al turismo residencial y trabajadores temporales- es la segunda de España donde más ha crecido la ocupación del suelo en los últimos 25 años después de Murcia, con una tasa de crecimiento del 67%, porcentaje en el que superó, incluso, a Madrid tercera en la generación del denominado suelo artificial -vivienda e infraestructuras-, según el Atlas de España de las Zonas Urbanas.
Al margen del área Alicante-Elche, cerca de medio millón de alicantinos siguen esperando la prometida red de cercanías entre Alicante y Villena.
Bruselas, con la complicidad de los equipos gestores del Ministerio de Fomento (primero con José Blanco y después con Ana Pastor), sigue obviando la importancia ferroviaria de Alicante, pese a contar con el quinto aeropuerto de España -el enlace por tren está olvidado- a nivel de tráfico y estar conectado, además, con cien destinos de toda Europa, entre ellos la capital comunitaria.
El Puerto continúa creciendo en mercancías y cruceros, pero sigue si estar en los planes para conectar con la alta velocidad de mercancías. Para colmo, España puede quedarse en 2017 sin los 1.700 millones de euros que le le corresponderían por los fondos de cohesión al no haber cumplido el objetivo del déficit. Una cantidad clave para avanzar en las obras del Corredor Mediterráneo.
