El portavoz municipal del PP, Luis Barcala, ha calificado hoy de "increíble" la actitud del tripartito de retirar los nombres de calles de Alicante en base a la Ley de la Memoria Histórica "para sustituirlos por otros que no han sido consensuados con todos los grupos ni con los colectivos sociales". "Eso es lo que entiende por participación el actual gobierno municipal de la ciudad, porque además parece no tener ningún interés en respetar el espíritu de la Transición y la Constitución de 1978, y aplicar la ley de Memoria Histórica con grandes dosis de sectarismo, lo cual nos parece muy grave", asegura el dirigente popular, quien critica en el mismo comunicado la escasa participación de la ciudadanía: "El tripartito no se ha limitado a dar a conocer el listado de calles de la ciudad que quiere modificar, sino que han ido más allá al proponer las denominaciones que, a su juicio deberían tener estas calles y plazas".

Barcala recurre al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, para "que rectifique y ponga un poco de cordura y sentido común a tanto disparate con sus socios de gobierno [la Concejalía de Memoria Histórica está en manos de Compromís] porque, desde luego, en el PP consideramos que de lo que no se trata es de sustituir nombres de calles que puedan estar vinculadas o no con el franquismo por otras a nombre de personas o movimientos relacionados con la más pura ortodoxia de la izquierda". En este sentido, el portavoz popular ha recordado nombres que el tripartito quiere imponer como son los de Rosa Luxemburgo, Clara Zeltkin, Federica Montseny o la propia expresidenta del PSOE de Alicante Angelita Rodríguez. "Consideramos que en Alicante hay muchas más personas vinculadas con la ciudad que podrían recibir este reconocimiento poniéndoles una calle a su nombre, como son la hermana Juana María o el propio José Mari Manzanares".

El dirigente del PP ha señalado que la izquierda "ya gobernó la ciudad durante 16 años y tuvo la oportunidad de hacer los cambios que considerase oportuno en el callejero, pero no lo hizo porque se consideró que no era cuestión de hacer una revisión de la historia dividiendo entre buenos y malos". "No es ese el espíritu que debe imperar, y si la izquierda quiere homenajear a sus mitos comunistas, que no utilice las calles de la ciudad, porque estamos seguros de que a muchos alicantinos tampoco les hará mucha ilusión vivir en una calle bautizada por adalides del comunismo más cerril", ha concluido Barcala.