De nuevo al furgón de cola. La Generalitat, como lo hizo el Consell del PP y el Ministerio de Fomento, ha vuelto a olvidarse del Puerto de Alicante en sus reivindicaciones del Corredor Mediterráneo, y mañana lunes la conexión de los muelles con la alta velocidad del eje no estará en la agenda del secretario autonómico Josep Vicent Boira, que participa en un foro sobre el Corredor en Bruselas en el que defenderá que el tren pase soterrado por Valencia (túnel pasante). La reivindicación se completará con la petición de fondos para la reordenación de las cercanías en la capital del Turia, trenes de los que carece la provincia (Alicante-Villena), como tampoco de la estación intermodal a la que se llevó la crisis económica. Y todo cuando el Puerto de Alicante acaba de inaugurar este fin de semana una nueva línea mixta que combina una nueva línea ferroviaria con Madrid y otra con varios puertos argelinos.
El Parlamento Europeo ratificó en noviembre de 2013 la inclusión del Corredor Mediterráneo y el aeropuerto de Alicante-Elche entre los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transportes compuesta por 35 actuaciones transfronterizas, 83 puertos (excluido definitivamente el de Alicante por su bajo nivel de tráfico), 38 aeródromos y 1.500 kilómetros de alta velocidad ferroviaria.
En la lista definitiva también quedaron incorporadas la mejora del eje ferroviario Alicante-Navarra-País Vasco desde Sagunto y, entre otros el AVE entre Madrid y A Coruña, algo que levantó entonces las críticas del PSPV, porque de esta forma tiene también derecho a los fondos que lleguen de Bruselas hasta 2020, algo que ha terminado afectando a los plazos de ejecución del corredor. El Consell, entonces controlado por el PP, aseguró que la decisión no afectaría para nada al Corredor Mediterráneo, que tenía que haber estado operativo para pasajeros y mercancías este mismo año, algo que no se ha cumplido. Está previsto que la conexión en AVE de pasajeros entre Alicante y Valencia sea una realidad a lo largo de 2017 cuando el tiempo de viaje será de 55 minutos.
Europa tiene previsto repartir 23.000 millones de euros en ayudas hasta 2020 para subvencionar proyectos en toda Europa que deben financiar los estados miembros. A España le corresponden unos 4.000 millones de euros, que el Gobierno puede emplear como disponga. La UE considera prioritarios los ejes Mediterráneo y el Atlántico, pero su decisión no es vinculante a la hora de la inversión española.
Recordar, en este sentido, que un informe de la Asociación Valenciana de Empresarios sobre el impacto que tendrá la ejecución del corredor sobre la economía de la provincia advierte de que si la infraestructura (red ferroviaria en Alta Velocidad para pasajeros y carga) se demorara más allá de 2020 el esfuerzo no habrá servido prácticamente para nada, debido a que otras regiones habrán tomado ya mucha delantera con su desarrollo ferroviario, clave para el ahorro de los costes del transportes. Los técnicos sostienen que una rápida entrada en funcionamiento del corredor ayudaría a reforzar la agricultura y la industria, al beneficiarse de los menores costes de transporte, así como a estimular el turismo merced al crecimiento de los viajeros.
La diligencia del Consell con los problemas ferroviarios que sufre Valencia y su entorno metropolitano contrastan con la falta de reacción a la situación que se vive en Alicante desde que llegó el AVE hace ya tres años. En el camino se ha quedado la construcción de una estación intermodal, sigue habiendo vías auxiliares de Adif en superficie partiendo los barrios, parada la ampliación para construir nuevos andenes y archivada la puesta en marcha de una red de trenes de cercanías entre Alicante y Villena, donde residen todo el año medio millón de personas.
