El responsable del sector marítimo portuario en UGT y consejero del Puerto de Alicante, Carlos Bonet ha presentado sendos escritos ante Capitanía Marítima y la Generalitat advirtiendo de que si no se toman medidas para regular la navegación en el entorno de Tabarca puede ocurrir una desgracia en cualquier momento, tras constatar Capitanía que algunas embarcaciones, sobre todo «barco-taxis» que llevan pasajeros a la isla, «no respetan los límites de velocidad establecidos por la competencia que mantienen los patrones por captar a los pasajeros», denuncia Bonet.
Según el responsable de UGT, hasta dentro del propio puerto, en el que no se pueden superar los tres nudos, se maniobra a mayor velocidad de la permitida y en el exterior se llegan a superar los 30 nudos, cuando se trata de aguas interiores y el límite está en los diez. «Me consta del celo y la profesionalidad de la Guardia Civil, pero no tiene medios suficientes y un día va a pasar una desgracia», declara.
Tabarca llega a registrar jornadas de hasta 10.000 visitantes durante el verano, hecho que ha disparado la presión sobre la propia reserva marina y ha generado, además, una gran competencia entre los patrones que trasladan a los pasajeros, desde Santa Pola. «No sólo eso, los restauradores llegan a moverse entre los barcos fondeados con sus lanchas para captar clientes o llevarles la paella al barco, algo también muy peligroso». Medida que se ha generalizado desde que la Guardia Civil vigila que los barcos se quedan amarrados sin tripulantes.
La entrada y navegación por aguas interiores y adyacentes de ambos puertos se realiza en demasiadas ocasiones a velocidades que entrañan un grave peligro tanto para los pasajeros como para los tripulantes de los barcos de recreo», aseveró Carlos Bonet, responsable del sector portuario de UGT.
