El Puerto de Alicante se va a consolidar esta semana en su condición de ser el enlace principal de Argelia para recibir productos de España y la UE, con la inauguración de una nueva línea marítima de carga (contenedores) que conectará todos los fines semana Alicante con los puertos de Gazahouet y Argel, en una operativa que se combinará con un enlace ferroviario entre la estación de los muelles y Madrid. El tren llegará todos los jueves con contenedores para Argelia y Canarias, que se embarcarán el viernes para que el barco salga los sábados. El domingo arribará a Gazahouet y el lunes a Argel, en un movimiento coordinado por la empresa TMS.
El portacontenedores «New Leo» tiene 109 metros de eslora y se suma a una operativa que dispone ya de cinco de servicios directos entre la provincia y Argelia. Al nuevo buque se suman los enlaces del «Emona», que opera los jueves, el «Altinia», un barco mixto que mueve contenedores y carga rodada los viernes, el Alicante-Orán de pasajeros y carga de Algerie Ferries y el Alicante-Argel, operador por Suardiaz, con una escala mensual del buque ro-ro «La Surprise» (contenedores y camiones). El puerto cuenta ya con dos conexiones ferroviarias directas con Madrid, pero sigue fuera de los planes del Corredor Mediterráneo, como se volvió a evidenciar la semana pasada en la cumbre Consell-Generalitat de Cataluña, en la que ni Ximo Puig, ni Carles Puigdemont se acordaron de este «olvido» de la Administración central y de Bruselas.
60 millones
La balanza comercial entre Alicante y Argelia es claramente favorable para la provincia, que exporta al estado de El Magreb productos por unos 60 millones de euros al año, mientras que la compra de material argelino ronda el millón de euros al año. Al margen queda, no obstante, el gas natural que llega a España desde Argelia. En los ocho primeros meses de este año el Puerto ha movido un total de 90.460 contenedores, un 19% más que en el mismo periodo del año anterior.
La provincia lleva al país magrebí prácticamente de todo. Desde pescado, hortalizas, cereales, semillas y aceites animales, a jabones, plástico, pólvora, azufre, sal, yesos, vehículos, calderas, muebles y material para la construcción. Por el lado contrario, desde Argelia llegan al Puerto barcos cargados con pescado y marisco argelino, fruta, componentes del calzado, muebles y bebidas y vinagre.
La nueva línea directa de mercancías conectará el Puerto con la terminal madrileña de Abroñigal. Un centro logístico inaugurado en 1974 para desatascar Atocha, que permite atender hasta 18 trenes al día en operaciones de carga y descarga. El próximo 28 de noviembre se cumplirá un año de la otra conexión ferroviaria, en servicio desde finales de 2015, para mover carga entre España y Canarias pero abierta a todo tipo de tráficos.
El Puerto se ha consolidado en los últimos años como el principal suministrador español de mercancías para el abastecimiento de Canarias y, a su vez, este tráfico de contenedores con las islas representa cerca del 70% del movimiento total de la mercancía transportada en contenedores en los muelles alicantinos. A Canarias se envía vino, licores, frutas y verduras, conservas, cereales, tabaco y cemento para el sector de la construcción. Las líneas marítimas entre Alicante y Canarias permiten mantener 2.000 empleos en Alicante entre directos e indirectos. Trabajadores que pertenecen a las empresas de estiba, consignatarios, transitarios, almacenistas y, entre otros, transportistas.
Por otro parte, Argelia y la Comisión Europea piensan en el Puerto de Alicante como la futura gasolinera de la zona del sur del Mediterráneo para suministrar combustible, a partir de 2020, a los alrededor de mil barcos mercantes que surcan todos los años el Mediterráneo. Bruselas trabaja en una directiva que obligará a que todos los buques utilicen mayoritariamente como combustible gas licuado, lo que obligará a reconvertir la flota y es ahí donde Alicante toma protagonismo, ya que Argelia tiene la mayor bolsa de gas natural del mundo y necesita una plataforma para abastecer a los barcos sin necesidad de pasar por el estado magrebí, de ahí que se piense en Alicante.
