Una milla de oro libre de coches y humo también es posible en Alicante, tal y como sucede en Madrid con la calle Preciados o en Barcelona con la avenida del Portal de l'Àngel, a espaldas de Las Ramblas. El bullicioso tráfico que condensa diariamente la avenida Maisonnave mutó ayer en una irreconocible vía peatonal en la que alicantinos y turistas aunaron las habituales compras de un sábado cualquiera con un amable paseo por la principal arteria comercial de la ciudad. Ayer fue una mera experiencia piloto, pero antes de que concluya el actual mandato quizás sea una realidad.

La apuesta de Gabriel Echávarri por peatonalizar Maisonnave de forma perenne vivió ayer su primera gran reválida al amparo de las iniciativas promovidas por el Ayuntamiento de Alicante con motivo de la Semana Europea de la Movilidad. Y la ciudad, como sus vecinos, superaron la prueba con nota. Aumentó el tránsito de viandantes, no hubo problemas reseñables de tráfico y tanto comerciantes como peatones dieron su visto bueno a la experticia piloto de ayer y a la idea del alcalde socialista de elevarla a definitiva, siempre y cuando los técnicos municipales ofrezcan garantías acerca de su viabilidad.

Durante todo el día, desde las 9.00 hasta las 23.00 horas, la avenida que concentra más comercios por metro cuadrado de la ciudad estuvo cerrada al tráfico rodado de vehículos y autobuses. Mientras los peatones se adueñaban de la calzada conforme avanzaba la jornada, con familias enteras paseando por medio de la calzada, los conductores más despistados que apostaron como cualquier día por acceder en coche a Maisonnave se encontraban con todos sus accesos cortados.

La restricción puntual al tráfico rodado de uno de los ejes neurálgicos de la ciudad fue aplaudida por la mayoría de peatones que ayer disfrutaron de la inmensidad de Maisonnave y sus tiendas sin el habitual ruido de fondo de motores y cláxones que, un día tras otro, secuestran la tranquilidad que ayer se respiraba en la milla de oro alicantina. Y encima sin humo. «No sabíamos que estaba cortada al tráfico, pero la verdad es que nos parece una idea fantástica», aseguraba ayer Héctor Navarro, de 32 años, mientras acomodaba en brazos a su hija de un año. Hablaba también por boca de su mujer, con quien ya departía sobre los posibles beneficios de peatonalizar Maisonnave antes de ser cuestionado por este periódico. «Es una buena idea que en otras ciudades ya se ha implantado con bastante éxito. Sería un reclamo para la gente de fuera y, seguramente, un foco de riqueza para el comercio local», añadió.

Como Héctor, aunque con la visión que da doblarle en edad, Ángel Manuel abrazaba sin ambages la idea del actual alcalde de peatonalizar Maisonnave de forma permanente, una iniciativa que ya recogía el Plan de Movilidad Urbana Sostenible encargado por el anterior gobierno local bajo la vara de mando de la popular Sonia Castedo. «Alicante necesita tener una calle peatonal importante y no hay ninguna mejor que Maisonnave para hacerlo», afirmó este alicantino de 64 años, para quien los problemas de tráfico que conllevaría la medida «se podrían solucionar con facilidad». «Todas las grandes ciudades tienen al menos una gran calle peatonal. Da libertad poder ir andando por el centro», razonó.

La peatonalización puntual de Maisonnave se convirtió por unas horas en la comidilla de unos transeúntes entre los que, como sucede habitualmente, se esconde gente de localidades limítrofes. Ana, una murciana de 31 años, ponía como ejemplo la última reordenación de su ciudad para justificar su visto bueno a una idea que hoy está más cerca que ayer de poder ser una realidad. «Está genial venir aquí y poder estar andando. En Murcia han hecho peatonal una parte importante de la Gran Vía y, desde mi punto de vista, todo el mundo ha salido ganando». Aún así, también sitúa el foco en los problemas colaterales que podría conllevar la adopción definitiva de esta medida, como el previsible «caos de tráfico» inicial.

El tráfico no se resiente

El cierre de Maisonnave a los vehículos a motor obligó a desviar las siete líneas de autobús que circulan a diario por la avenida. También a cortar sus accesos mediante la colación de los habituales conos y vallas, tanto por los dos extremos que delimitan los edificios de El Corte Inglés como en todas las calles perpendiculares que desembocan en Maisonnave, ya fuera en sentido de subida o de bajada. La media docena de aparcamientos privados existentes en la zona se vieron afectados igualmente por esta prueba piloto al prohibirse la entrada y salida de coches durante toda la jornada. Lejos de lo previsible, ninguna de estas medidas derivaron en ningún atasco de importancia.

Al igual que los peatones que ayer visitaron Maisonnave, donde también se dejaron ver cicloturistas, patinadores y «runners», los comerciantes de la zona dieron su aprobación a la posibilidad de peatonalizar la avenida de forma definitiva. «Se ha notado que ha habido mucha más afluencia que los sábados anteriores», destacó Iván, propietario de un quiosco de bebidas y helados al que no le desagradaría que prohibieran el tráfico en Maisonnave para siempre.

En términos parecidos se expresaba Estefanía, dependienta de una tienda de moda. «Hacía mucho que no se veía a tanta gente. Yo lo equipararía a una jornada de Navidades», aseguró. María, su compañera, también destacó el aumento de clientes potenciales aunque deslizó que la opción de cerrar la avenida al tráfico definitivamente sería «buena» sólo para los «fines de semana». Para otra dependienta, en este caso de una joyería y también llamada María, también «sería positivo». «Se ha notado más afluencia de gente, y eso en el comercio siempre influye para bien. Una vez aquí, puede ser que entren y compren», esgrimió.

Un balance muy positivo

El concejal de Movilidad, Fernando Marcos, destacó que el balance que arroja esta prueba piloto «es muy positivo» ya que «no se ha producido ningún problema de tráfico ni con el transporte público y ha habido bastante gente paseando». «Ahora falta que los técnicos hagan el informe definitivo y, cuando lo tengamos encima de la mesa, decidir qué hacer, cómo y con qué plazos», añadió Marcos, para quien redireccionar el tráfico y solucionar el acceso a los garajes serían los principales escollos a salvar para que Maisonnave fuera peatonal de por vida.